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Benzema celebra su gol en San Mamés

Benzema celebra su gol en San MamésAFP

Athletic 0-2 Real Madrid

El mejor Benzema coincide con el mejor Madrid para vencer al Athletic en San Mamés

Bonito partido donde los blancos dominaron salvo por momentos que rondaron un empate que alejó para siempre Kroos en el minuto noventa

Salía Ceballos. Y Asensio. Sería por algo. Y otra cosa era que el Madrid había trabajado la intensidad rival que le acogotaba, que le desnaturalizaba, para salir con el balón como tomando el olivo, futbolista y torero. Eso empujó a los leones, que buscaban la debilidad, la ansiedad, de los últimos tiempos, pero no la encontraban. Benzema disparó entre los tres palos con Mendy salvando la pelota de morir despeñada. Una pelota que empezaba a ser suya, de los blancos. Vinicius, un portento y un trabajador incansable, rasgaba una y otra vez la cortina de rayas por su lado. Y el Athletic no se dejaba amedrentar. Buscaba la forma, a todo ritmo. Respondía el Madrid.

Y Courtois en la falta. Ahora no había tutía y la insistencia local creaba problemas en la salida a los blancos. Fue cuando, en ese peor momento, con Ceballos ayudando en esos cajones, como tirando de Rüdiger y Militao, un centro de Valverde lo echó para atrás con el parietal alto Asensio y Benzema, cada vez más suelto, más ligero, empalmó para marcar el primero cruzado casi al cuarto de vuelta y con el empeine. Una especie de hierro cinco. La red fue la mandíbula athlética. Los rojiblancos dejaron de bailar, tocados, y el Madrid recuperó el grito íntimo de infantería, con la figura erguida de Ceballos a caballo sobre la colina.

Volvió Benzema

Salió con el ánimo y las ideas renovadas el Athletic. El mismo empuje del inicio y la combinación. Los Williams armaron un triángulo que no llegó a cerrarse por fuera de juego. Sacaba el Madrid la pelota con filigrana poderosa de Militao, por el medio, arramblando con todo, a lo bestia y a lo delicado. Pero apretaban los de Bilbao, como aposentados en los tres cuartos y fajándose duro, como hormigas en fila. Encontraba así espacios, praderas, el Madrid. Y había como estampidas de bisontes hacia un lado y a otro. En medio del polvo a Benzema se le escapó una flor que le envió Valverde por lo que se lamentó con las manos en la cara, horrorizado.

Tiraban los de Valverde y los de Ancelotti encontraban la movilidad perdida. Vivian (así se llamaba Julia Roberts en Pretty Woman) le dio un buen pisotón a Mendy por ponerse en su baldosa de Sunset Boulevard. Disparó Benzema en el área y Nacho, suelto, perdido, remató el balón que caía una y otra vez como un copo que detuvo Unai Simón. Se acercaba el Athletic, probando sin precisión, pero con intención. Encontraba los pases el Madrid, el tempo, el ser. Tanto, que Camavinga recibió la amarilla de turno por nada. Vinicius era una pesadilla pasable. Empezaron Camavinga y Ceballos a no dejar pasar a partir de los medios.

Courtois atrapa por alto un balón

Courtois atrapa por alto un balónAFP

El Madrid era un prodigio sobre el cuadrilátero. Sugar Ray, Ali, Valverde, Benzema y Asensio, que no vio que el francés se metía por su izquierda, y envió la pelota cruzada a milímetros del palo izquierdo. Era bonito el partido. Nico Williams pudo marcar con la pelota doblándose por delante de Courtois, como si fueran escenas de Pulp Fiction, pero la envió lejísimos para donde estaba. Ya se montaban directamente encima de Vinicius, el cambio de la zancadilla o el empujón por el aplastamiento, pero no era la saña de otros rivales. Era ansia de juego. O al menos lo parecía.

A Asensio le abrazó Ancelotti cuando le envió al banquillo a cambio de Modric. Estaba cerca el Athletic. Rematando una y otra vez. Hasta marcó Iñaki, pero con una multitud de compañeros en fuera de juego. Bolas de fuego eran los balones de los locales. El Madrid achicaba con cubos. Se paseaba la pelota con cuchillas, como las ruedas de Mesala, ante la línea del belga en su cuádriga. Fue como un tiroteo. El coche de Bonnie y Clyde, pero con Bonnie y Clyde ilesos, de momento, no se sabía cómo.

Otra vez fueron un acierto los movimientos de Ancelotti. Kroos apareció por Ceballos y el alemán firmó la victoria en el noventa con un tiro de los suyos, viniendo, echándose, al filo del tiempo y del poste, lo mismo que cuando marcó el de Utrera durante la ausencia de Toni en la Copa. Otra victoria que saca a los blancos de su pequeña convalecencia, como si ya pasearan por el jardín con buena cara.

Ficha técnica:

Athletic 0: Simón; Yuri, Paredes, Vivian, De Marcos (Lekue, m. 76); Zarraga, Vesga (Raúl García, m. 85); Berenguer, Sancet, Nico Williams; Iñaki Williams.

Real Madrid 2: Courtois; Mendy, Rüdiger, Militao, Nacho; Ceb​allos (Kroos, m. 84), Valverde, Camavinga; Vinicius (Rodrygo, m. 82), Asensio (Modric, m. 73), Benzema.

Goles: 1-0 (Benzema, m. 24). 2-0 (Kroos, m. 90).
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