LaLiga se queda sin goles: así es la peor sequía de los últimos 30 años
En la primera vuelta del campeonato se han marcado solo 452 goles, 100 menos que hace seis años y el peor dato de la última década
El promedio goleador es el peor de los últimos 30 años y es esta la décima liga con menos goles de toda la historia
La liga española se ha quedado sin goles. Así lo ha demostrado la primera vuelta del torneo que finalizó con el Real Madrid-Valencia. En los primeros 190 partidos disputados (el 50 % del total, 10 encuentros por las 19 jornadas hasta ahora jugadas) se han marcado solo 452 goles, la cifra más baja de la última década. El promedio goleador, además, es el peor desde 1991.
España tiene un problema con su fútbol. LaLiga es un torneo que se ha ido devaluando en los últimos tiempos principalmente porque ha perdido a los mejores jugadores, que encuentran en otras ligas –especialmente la inglesa– el foco más propicio por dinero y proyección. La liga española ha perdido calidad, intensidad y también emoción. Vive una crisis de juego y resultados que se transforma en un menor interés entre los aficionados. Las audiencias así lo avalan.
Sequía de goles en LaLiga
Los datos no engañan. La actual liga es la que tiene una mayor sequía de goles desde el inicio de los años 90. Desde la temporada 1990/91 no se veían unos datos peores que los de ahora. En esta temporada estamos en un promedio de 2,37 goles por encuentro. El promedio es la división de los goles anotados ente los partidos jugados. Significa que en la actual liga se marcan poco más de dos goles por encuentro de media. El dato es muy malo, el peor en los últimos 30 años.
Este promedio supone a su vez la décima peor estadística de toda la historia de LaLiga. Solo nueve temporadas tienen un peor promedio goleador que la actual, si bien siempre se está a tiempo de mejorar si en la segunda vuelta les da a los equipos por apostar más en ataque. También existe un claro decrecimiento: en la 16/17 se alcanzó el mayor pico desde los años 60 (promedio de 2,94, casi tres goles por encuentro) y desde entonces se ha ido bajando hasta llegar a las pobres cifras de este año.
Finalizada la primera vuelta del campeonato tan solo se han marcado 452 goles en esos 190 partidos jugados. Es la cifra más baja de la última década y son además 100 tantos menos de los que se registró, a las mismas alturas del campeonato, hace seis temporadas. 100 goles menos es un dato preocupante, muy ejemplificador de cómo LaLiga ha perdido mordiente arriba y cómo vive una crisis goleadora.
Si hace diez años, en la temporada 2012/13, se anotaron 542 goles al final de la primera vuelta ahora son 452 los tantos anotados en ese mismo periodo. Solo hace dos años, en el curso marcado por la pandemia (20/21), se marcaron un número similar de goles (463). Sin embargo fueron más que ahora y eso que era una liga en la que muchos equipos apenas tocaron su plantilla ante la pérdida de poder adquisitivo y con más problemas económicos.
Hay varios factores que explican estos preocupantes datos para el fútbol español. El más evidente es que ya no tenemos a figuras históricas que daban un plus a su equipo. Los casos de Messi y Cristiano son irrepetibles y conviene no olvidar que ellos marcaron durante varios años entre 40 y 50 goles en 38 partidos. Eran datos estratosféricos solo aptos para jugadores que serán recordados en la historia del fútbol. Y ya no aportan esa cantidad extra de goles.
Pero hay más. En LaLiga la clase media (y baja) ha perdido mucho nivel y sus plantillas son más limitadas que hace diez años. Vemos muchos fallos de delanteros de equipos de Primera que en Europa no se observan. Existe un nivel menor en términos generales solo maquillado por grandes jugadores que alcanzan una dimensión histórica en su entorno. El caso de Iago Aspas en el Celta de Vigo es el mejor ejemplo. Existe también un problema que se repite especialmente desde la pandemia: cualquier jugador que destaca acaba marchándose a otro club que le paga más y eso también ocurre con figuras más destacadas de clubes que están en el top-6 de LaLiga. Y no llegan grandes goleadores en su lugar.
También hay miedo. En la liga española es habitual ver encuentros que acaban 0-0 o en los que como mucho hay un gol porque se tiene más la creencia de no perder que de ganar. Es algo totalmente lícito pero que choca con la idea de espectáculo que va acompañada al fútbol, forma de entender este deporte que en la Premier League cumplen a rajatabla.
En España se ha creado la cultura de mejor llevarse un punto que ganar tres si existe el riesgo de perder el empate. La solidez defensiva y un planteamiento serio es una buena vía para alcanzar los objetivos, no se puede objetar nada, pero da resultados como el de esta temporada: peor promedio goleador de los últimos 30 años y décima por abajo de las 92 ligas disputadas con menos goles.