El Barça más 'cholista' sentencia la Liga al aprovechar los errores del Atlético

Que tiempos aquellos en los que a Xavi Hernández y al barcelonismo les parecía toda una vergüenza ganar al 1-0 y jugar partidos de fútbol en función de ese resultado. Eran los años del apogeo del 'cholismo', ese que ahora hereda el Barcelona con mucho éxito. Casi una década después son los culés los que ganan al 'unocerismo', felices de conseguir una Liga de esa forma.

El Barça ya ha ganado la Liga. Tiene 11 puntos de ventaja sobre el Real Madrid (a falta de 24) después de que el Atlético, con sus fallos, haya dejado al torneo sin algo de emoción. Como es tradición, Simeone no ha ganado en el Camp Nou (1-0) y esta vez lo hizo por sus numerosos fallos. Un resultado engañoso –otro más del Barça– con el que se sentencia la Liga.

No había nada que ver en Barcelona en la primera parte más allá de la clase de Griezmann, indudable líder del Atlético, el único que intentaba poner un poco de arte. Fue él quien a los 47 segundos de partido mandó un balón al larguero y más adelante se encontró con un paradón de Ter Stegen.

El Atlético cayó nuevamente en la trampa de un Barça muy pobre a la hora de ofrecer fútbol. Que no sirva esto para minimizar su victoria y la Liga que tiene ya ganada, pero la realidad es la que es. El Barça de Xavi toda esta temporada es un equipo que propone muy poco y que gana por una acción aislada y por los errores rivales.

Marca Ferran

Otra vez más el Barcelona puso el 1-0 después de salir vivo del perdón rival y con un gol casi sin buscarlo. No había hecho nada en toda la primera parte, no había tenido ni una sola ocasión, pero en la frontal del área Ferran Torres se quedó solo y hasta él solo también puede sacar un buen remate. Oblak pudo hacer más. Gol del hombre reivindicación (todo lo hace pensando en los que le critican), que se señala el nombre de su camiseta como si de un Balón de Oro fuera a ganar.

Comenzó entonces una segunda parte más animada en la que el Atlético siguió fallando todo lo que tenía y regalando la Liga a un Barça que no se encerró atrás como antaño pero sí se limitó a esperar el 1-0, que bien feliz que se sienten en ese fútbol rácano.

El Atlético vivió en la desesperación del que se ve que es mejor, del que sabe que lo está intentando más y del que es consciente del que el empate se le quedaba corto. Y ni eso tenía. Griezmann, de tacón, volvió a perdonar y en el Camp Nou se lamentó el pésimo estado de forma de Lewandowski, que cara a cara con Oblak mandó la pelota a tres metros de la portería.

Que gane Simeone en el Camp Nou en Liga... eso es pedir demasiado. Va ya por 11 años y quizá necesite otra década para conseguirlo. Es ya una tradición que vaya allí y no sepa que es eso de ganar. Y eso que este domingo lo mereció, como tantos otros equipos que se han cruzado con el Barcelona esta temporada y claudicaron por sus fallos. Esa es la definición de esta Liga.