Bellingham alumbra al Madrid con una exhibición para remontar al Almería

Jude Bellingham, 20 años. Disfrútenle sean del equipo que sean. Son estos jugadores que darán relevancia a una Liga tan devaluada. Tiene que ser el Real Madrid quien traiga a estos futbolistas que dan espectáculo. Sin este equipo, aquí en España apenas habría nada. Disfruten de este tipo de cracks el tiempo en el que se pueda.

El Real Madrid ha ganado al Almería (1-3) y sigue firme en Liga. Dos partidos, dos victorias. Triunfo trabajado, remontada incluida. Muy serio el equipo de Ancelotti, que tiene al equipo en el punto perfecto para lo que estamos de verano. 35 grados en Almería bien recordaron que estamos aún en fechas tempranas para estos encuentros. Pero la Liga cada vez arranca más pronto y los horarios que colocan no ayudan mucho.

Pese a ello, está Bellingham. Y con Jude este Real Madrid entra en otra dimensión. Él da juego, espectáculo y victorias. Dos goles suyos remontaron un peligroso duelo en la ciudad andaluza, llena (como la provincia entera) de turistas en estas fechas pese a sus pésimas conexiones, fruto del olvido del Estado con esta esquina de España. El fútbol, eso sí, no olvida. Esto es Primera División.

Se vivieron dos partes en una sola. La primera con un ritmo trepidante, dominio del Madrid y buen juego. Aquí fue cuando el Almería se adelantó con un gol de Arribas (que cumplió la ley del ex, aquí explicada más detalladamente) y cuando después empató Bellingham, que va camino ya del Pichichi. Sorprendente.

Un buen Almería

En el minuto 3 el Almería ya ganaba por un exquisito pase de Robertone y un cabezazo de Arribas, fichado hace diez días. Arribas es canterano del Madrid, el mejor jugador con diferencia del Castilla del año pasado de Raúl que se quedó a unos minutos del ascenso a Segunda. Puedo hacer más Lunin en el remate y todo lo pudo hacer la defensa, horriblemente colocada. Pidió perdón el autor del gol. La reacción del Madrid fue buena y empató en una jugada en la que se pidió mano, pero Bellingham controló el balón con el hombro.

Con Carvajal con manga larga a 35 grados (remangada, eso sí), la primera mitad tuvo otro guion después de la pausa por hidratación. El Almería se vino arriba y se puso a crear ocasiones como si fuera el final. Robertone al palo y Baba a las manos de Lunin, que al menos se pudo redimir. La parada no era complicada.

La primera parte acabó con Kroos completando la remontada madridista, pero con Sánchez Martínez (árbitro) anulándolo un minuto después. Se dio validez al tanto –al estilo de Kroos, que ya se lo pueden imaginar–, pero hubo pisotón previo de Carvajal a Akieme. Gol anulado (bien anulado) tras verlo por televisión.

Tuvo trabajo Sánchez Martínez y lo más destacado es que los árbitros, los del césped y los del VAR, demostraron que claro que se puede agilizar el proceso de decisión. No hace falta esperar tres minutos para cada decisión. Aquí lo hicieron rápido el y el fútbol lo agradeció.

El Madrid es Bellingham

El partido era de Bellingham. El Real Madrid es de Bellingham. La poca Liga que llevamos es de Bellingham. El inglés es un portento y ha caído de pie. Es una delicia verle jugar. Y a eso se le suma que tiene gol. Goles. Dos en Almería, tres en dos jornadas.

Jude marcó el gol decisivo. En un centro de Kroos y en una pésima salida del portero Maximiano el inglés anotó el 1-2 de cabeza. Marca goles de todas las formas y él solo construyó la remontada (idéntica, por cierto, a la del año pasado en el mismo estadio y en la misma fecha) con la que el Real Madrid se pone con el 6 de 6 en la clasificación.

Bellingham da algo especial a un equipo que supo aguantar la renta en la media hora que tuvo por delante. Y la amplió por medio de un Vinicius que encontró gol, que le ayudará en un año en el que él tiene que dar parte de los goles que se fueron con Benzema. Fue un tanto raro el del brasileño, con un disparo picado que se elevó más al golpear en un defensa y sorprender hasta el propio Vinicius. Era el 1-3 y partido finiquitado.

Victoria de mérito del Real Madrid en una plaza complicada y más con el panorama que se creó a partir del minuto 3. A diferencia de otros años, el equipo blanco (con preciosa camiseta negra en Almería) arranca con fuerza y sin ceder puntos. Es el mejor mensaje para pelear la Liga, que es una obligación.