El Madrid se divierte en otro recital de Bellingham y machaca a Osasuna

El Real Madrid ha machacado a Osasuna (4-0) en la confirmación del gran inicio de temporada. De 11 partidos jugados, todos los ha ganado menos uno. El derbi madrileño fue un golpe pasajero, algo que puede pasar en el fútbol. No todo se va a ganar, es imposible y aquella derrota fue una cosa asilada. Hoy ya lo sabemos porque este equipo vuela con brillantez y es muy consistente tanto en Liga como en Champions.

La goleada a Osasuna se construyó en la eficiencia goleadora, esa que comandó un estratosférico Bellingham, un jugador de época, un futbolista que protagoniza ya los dos meses más impresionantes de una individualidad en el Bernabéu. El Madrid disfruta y nadie (y eso es mérito de Ancelotti) se acuerda de las importantes bajas que tiene. Sin central se presentó a este partido y lo acabó goleando sin recibir gol en contra. Dos semanas líder ya que el próximo fin de semana no hay Liga.

Ancelotti arregló esa falta de centrales (Alaba lesionado, Militao igual desde inicio de temporada y Nacho sancionado) colocando a Tchouaméni atrás, con Modric de titular y Rodrygo en el banquillo. El Madrid funcionó muy bien y marcó cuatro goles que hasta se quedaron cortos.

Fue Bellingham el que decantó la balanza y el que cerró la victoria. Lo de Jude es algo increíble que va gastando calificativos. Se han dicho ya todos porque su inicio es mucho más impresionante de lo esperado. Con que normalidad hablamos ya de que Jude marque goles. Lleva diez y este no es un ritmo normal para un jugador que no es delantero centro y que tampoco en los años anteriores es que se hubiera hinchado a marcar goles. Pero ahí sigue, marcando, sin fin, provocando una comunión con la afición que no se había visto en años.

Bellingham hizo los dos goles de una victoria cómoda. El inglés lo es todo en el equipo de Ancelotti. Es el inicio, el final y lo que hay por el medio. Si hoy alguien quiere ver esta Liga es porque hay jugadores como Jude, a los que el Madrid trajo para que el espectáculo se vea aquí. Javier Tebas, que tanto va por ahí criticando a Florentino y al club blanco, debería reflexionar: gracias a ese equipo que tanto critica tiene una Liga que merece la pena ver. Tiene al mejor jugador del mundo en la actualidad y no porque Tebas tenga algo que ver.

El 1-0 llegó en una acción de brillantez de Modric en la que el croata metió el balón al área, donde estaba Carvajal, que cedió de primeras a Bellingham. El inglés tuvo tiempo para pensar y rematar y todo lo hizo bien. Era el minuto 9.

En ese mismo minuto, pero de la segunda parte, el británico puso el 2-0 con una definición perfecta en el área (y tras un pase de Fede Valverde) con unos jugadores navarros defendiendo con la mirada al creer que el madridista estaba en fuera de juego. Era gol legal y el Madrid –a diferencia de Atlético y Barcelona esta temporada– ganó limpiamente a Osasuna y sin polémica arbitral.

Los goles siguieron llegando y Vinicius se sumó a la fiesta con su primer gol en el Bernabéu de la temporada en un cara a cara ante el portero Sergio Herrera, al que regateó para quitarse un peso de encima. Y cinco minutos después fue Joselu el que cerró la exhibición siguiendo con un idilio que tiene mucho mérito: el delantero gallego ha marcado en todos los partidos que ha jugado de Liga en el Bernabéu.

Ancelotti, que de esto sabe mucho, quitó a Bellingham para que se llevara una ovación atronadora. También mandó al banquillo a Vinicius. Y el Madrid perdonó una goleada mayor: falló un penalti Joselu por parada de Herrera, que está acostumbrado a parar penas máximas al Real Madrid. El guardameta se volvió loco celebrando su acierto en un partido que iba 4-0 y acabó dándose cuenta de su error y pidió perdón a la grada. Fue lo último de un partido plácido para el Real Madrid, que se va al parón como gran líder de la Liga y también en Champions.