Las dos acciones más polémicas de De Burgos Bengoetxea en el Sevilla - Real Madrid
El colegiado vasco fue el protagonista de un vibrante duelo en el Sánchez Pizjuán
El Real Madrid se deja dos puntos en Sevilla desquiciado por el arbitraje de De Burgos Bengoetxea
El Real Madrid ha empatado en Sevilla (1-1) y se ha dejado dos puntos en un vibrante e intenso partido en el Ramón Sánchez Pizjuán que ha estado marcado por el arbitraje de Ricardo de Burgos Bengoetxea, un colegiado polémico, con un historial de fallos, pero que sigue dirigiendo partidos en Primera División.
El árbitro vasco fue el gran protagonista del Sevilla-Real Madrid con decisiones erróneas pero también con un arbitraje desquiciante, de esos que van minando la moral de los futbolistas. Hasta Carlo Ancelotti, un técnico siempre tranquilo, acabó cabreadísimo por la forma de dirigir de De Burgos.
El Real Madrid tiene especial queja en dos jugadas. Hay más, pero dos son especialmente relevante. La primera ocurrió en el minuto 8. Bellingham marcó gol –era el 0-1– pero la jugada estaba anulada por la mejor ejemplificación de lo desquiciante que fue el arbitraje del colegiado vasco. Rüdiger hizo falta a Ocampos, pero De Burgos no lo consideró. Le dijo al futbolista del Sevilla que se levantara. Sin embargo, cuando el Real Madrid empezó la contra, pitó no se sabe muy bien qué. De no señalar nada a parar el juego cuando los de Ancelotti se acercaban al gol. Lo marcaron, pero anulado.
La otra jugada clave llegó dos minutos antes del descanso, también con 0-0. Vinicius entró en carrera en el área y Jesús Navas le derribó con claridad. Era penalti, pero De Burgos Bengoetxea miró para otro lado, igual que en la sala (o salas) VAR, que no indicaron nada. La misma jugada, al contrario, en la segunda parte y fuera del área sí la señaló. Cuestión de criterios.
También hubo otra jugada relevante, la primera de todas, que supuso un gol anulado al Real Madrid, el primero de los dos que le quitaron. Fue nada más comenzar el encuentro, en el minuto 4, un gol de Fede Valverde que lo anularon desde el VAR (en este caso De Burgos no tuvo ninguna responsabilidad) al considerar que Bellingham, en el pase previo, estaba en fuera de juego. Según las líneas oficiales que saca la retransmisión, dudosas sean para el lado que sean, el inglés estaba adelantado por medio pie, es decir, por menos de cinco centímetros aproximadamente.
Esas son las dos jugadas (y una más) que influenciaron en el Sevilla-Real Madrid, pero después De Burgos tuvo otras decisiones que demostraron que el partido le superó por completo. La mayoría de ellas las hizo mal, desde faltas fáciles de señalar, manos que no pitaba pese a estar al lado o córners claros (como cuando Ramos sacó un balón en la misma línea de gol) que convirtió en saque de puerta.