El Barça no se olvida del unocerismo y vence al Athletic gracias a un gol del juvenil Marc Guiu

Costó más de lo esperado, pero acabó llegando. El FC Barcelona tiene una especie de idilio con el Lluís Companys y, al menos de momento, no va a dejar que sus rivales se lleven los tres puntos. Los azulgranas han sufrido de lo lindo ante un gran Athletic, pero un solitario gol de Marc Guiu le ha dado al Barça un triunfo importantísimo para quedarse a un punto del Madrid y afrontar el Clásico de la semana que viene con la mayor de las confianzas (1-0).

Después de un inesperado tropiezo en Granada, el Barça regresó a Montjuic para medirse al Athletic Club, uno de los equipos más en forma del campeonato. El inicio de partido fue pausado y el Barça se llevó la posesión. Por su parte, el Athletic Club tenía muy claro cómo hacer daño al conjunto azulgrana y usó la táctica de recuperar rápido y sorprender al contraataque, una de las grandes virtudes de los bilbaínos.

Los primeros minutos transcurrieron con relativa normalidad. El Barça se acercaba, poco a poco, a la portería de Unai Simón y en el minuto 10, Joao Félix gozó de una buena ocasión para adelantar a su equipo. El portugués remató de primeras y envió el balón al palo.

El dominio era culé. Y eso es algo que no sorprende cuando el Barça juega ante su gente. Lejos de desesperarse, los azulgrana se mantuvieron serenos. Sabían que la única forma de sorprender a los bilbaínos era a través del balón largo y, cuando recuperaban el esférico, buscaban la velocidad de sus extremos.

Máxima igualdad

Los vizcaínos estaban planteando un partido muy serio, pero ni estaban consiguiendo sorprender por banda ni estaban aprovechando la verticalidad de los hermanos Williams. De hecho, la ocasión más clara del Athletic nació de las botas de Iñaki. El ghanés se sacó un buen disparo, pero Ter Stegen palmeó sin problemas a saque de esquina.

Estaba siendo un partido muy entretenido. Ocasiones por un lado, llegadas por el otro, pero al duelo le faltaba ese elemento esencial que provoca la alegría de los aficionados: el gol. En ese sentido, Ter Stegen estaba teniendo algo más de trabajo que Unai Simón y lo más normal hubiera sido ver un gol del Athletic. El problema es que cuando el meta alemán está inspirado es casi imposible sorprenderle.

El Barça no puede con Unai Simón

En la reanudación, se vio a un Barça algo más impetuoso. El 0-0 no les valía para nada. Los culés querían la victoria y así llegar al Clásico contra el Madrid con toda la confianza del mundo. Aun así, los azulgranas estaban siendo incapaces de superar a un imperial Unai Simón, que estaba parando absolutamente todo. El encuentro pedía a gritos le entrada de Lamine Yamal para añadir algo más de picante al duelo.

Lógicamente, que el Barça no pudiera hacer el 1-0 le beneficiaba al Athletic. Los de Ernesto Valverde seguían muy serios atrás y, cuando veían el mínimo espacio, se iban para arriba y ponían a correr a Nico Williams, que ya se estaba empezando a quedar sin energía en sus potentes piernas.

Como era de esperar, la entrada de Lamine Yamal le estaba dando algo más de fluidez ofensiva. El chaval de 16 años es un torbellino y estaba necesitando muy poco para apretar a la defensa athleticzale. Pero ni con esas. Unai Simón parecía Iker Casillas en sus años gloriosos y paraba todo.

Dado que Xavi no tenía mucha alternativa en el banquillo, el técnico dio entrada al juvenil Marc Guiu. Y el chaval, nacido en 2006, no pudo debutar mejor. Necesitó tan solo 23 segundos para conseguir lo que sus compañeros no pudieron hacer en 80 minutos. Es decir, batir a Unai Simón. 1-0.

Lógicamente, el gol desmoralizó al Athletic. Los bilbaínos se habían esforzado mucho para sacar algo positivo de Barcelona, pero ante el conjunto azulgrana hay que aprovechar las pocas ocasiones de las que se disponen. No hubo tiempo para más. Nueva victoria del Barça en su casa que le sirve para quedarse a un punto del Madrid.