Joselu reivindica la figura del delantero centro y marca los dos goles de la victoria del Madrid en Getafe

Con José Luis Mato hay que contar siempre. Lo sabe ya Ancelotti. Es el '9' de siempre, esa figura de delantero centro que el fútbol no puede desechar nunca. Es vital en este Real Madrid. Joselu ha marcado los dos goles en la victoria del equipo blanco en Getafe (0-2).

Y este triunfo es vital para la Liga. Sí, es lo mismo que ya dijimos en anteriores partidos, pero es que es así. El Real Madrid va dando pequeños golpes en la mesa porque está haciendo una Liga muy consistente, muy regular. El duelo en Getafe se antojaba difícil, pero fue hasta cómodo para los de Ancelotti.

En todo estuvo Joselu. Desde el inicio, con un remate al larguero, hasta el final. Marcó los dos goles de su equipo. Es imposible aprovechar más la titularidad. Joselu demuestra que te aporta, que produce algo diferente, que trae cosas nuevas. Que sí, que hay que jugar con un '9'. Joselu es vital en una temporada entera. Y hay que recordar que está en el Madrid cedido por el Espanyol (¡el Espanyol, que está en Segunda!), aunque con una opción de compra que tendrán que aplicar.

La conexión en el Coliseum de Getafe fue gallega. Lucas Vázquez, titular para dar descanso a Carvajal, buscó y encontró varias veces a Joselu, que vuelve a reafirmar la idea de que un '9' de toda la vida siempre te da algo más. Joselu, nacido en Alemania pero en Galicia desde los cuatro años, se gustó en el remate. Podrá fallar, pero lo busca y lo intenta siempre. Las finaliza todas.

En una de esas marcó con un gran cabezazo en el minuto 14. Qué bien remata de cabeza Joselu y más cuando le dan un pase medido como el de Lucas. Gusta ver ese fútbol que viene a ser el de toda la vida: centro, cabezazo y para dentro.

Con el 0-1 tan tempranero el Real Madrid se limitó a jugar con el balón, de forma tranquila, pero sin arriesgar. No vimos jugadas espectaculares ni ningún alarde. Tampoco carreras de Vinicius o dominio de Bellingham. Realmente es que no le hacía falta porque la exigencia del rival fue mínima. El Getafe sorprendió –para mal– por no dar ni incomodidad al Real Madrid en la primera mitad, que acabó con una lesión de Rüdiger, no grave, pero sí con mensaje: el conjunto blanco tiene un problemón en defensa, sin apenas jugadores sanos. Como caiga uno más... no hay defensas. Tchouaméni hizo de central en la segunda mitad en el Coliseum.

Bordalás hizo tres cambios, modificó el plan y en los primeros cinco minutos apretó con un balón al palo de Greenwood. Reaccionó entonces el Madrid, que con un Joselu descomunal sentenció el duelo de Liga con un muy buen gol. Era el segundo –el séptimo en Liga, el duodécimo en toda la temporada, datos buenísimos–, firmado esta vez con un recorte en la frontal del área y con un disparo que mareó al portero Soria. 0-2 por una gran maniobra del delantero centro.

Lo celebró con fuerza Carlo Ancelotti, sabedor de que estos tres puntos en Getafe valen algo más. Primero porque ya se ponen líderes en solitario, con dos puntos por encima del Girona. Segundo porque el Getafe es un peligroso equipo y tercero porque era duelo aplazado, que siempre puede marear a estas alturas.

Con el 0-2 el Madrid ya se dio el gusto de dar espectáculo. Pudieron llegar muchos más goles. Joselu fue generoso y prefirió no marcar su hat-trick en una contra en la que él y Vinicius se quedaron solos ante Soria. El gallego prefirió cedérsela al brasileño, que regateó bien al portero y cuando fue a disparar quiso hacerlo bonito, por encima de Soria, que le sacó lo que era gol en una acción en la que no se puede fallar. Poco después Valverde tuvo otra ocasión clara y Vinicius perdonó otro mano a mano.

Borja Mayoral, con los mismos goles que Bellingham y Dovbyk, no se quedó en solitario al frente del Pichichi porque se estrelló con el palo en un remate que tocó Lunin, por lo que fue paradón. Con ya el resultado muy en contra tuvo sus mejores ocasiones el Getafe con otra de Greenwood y un cabezazo de Latasa.

Hubo tiempo para que De Burgos Bengoetxea demostrara su mal nivel como árbitro y se tragara un penalti clamoroso sobre Brahim. Se cabreó mucho Ancelotti por ello. Ahí se acabó un partido que deja al Real Madrid como líder en solitario con 57 puntos, dos más que el Girona y 10 más que Barcelona y Atlético.