Lewandowski demuestra su calidad y derriba el muro del Getafe con un gol de '9' puro

Contar con un delantero diferencial que marca goles en partidos un lujo que muy pocos equipos tienen. El Barça es uno de ellos. Y su atacante se llama Robert Lewandowski. El delantero polaco aprovechó el único resquicio que dejó la zaga del Getafe y le dio al conjunto azulgrana el séptimo triunfo de la temporada, lo que le permite seguir líder en solitario (1-0).

El fútbol regresó a Montjuic y el Barça recibió a un Getafe, un equipo necesitado de puntos que buscaba alejarse de la zona roja de la clasificación, con el objetivo de sumar un nuevo triunfo liguero que le permitiera seguir líder con 21 puntos de 21 posibles. Y el equipo de Hansi Flick lo hizo sin Ter Stegen, que cayó lesionado el pasado domingo en Villarreal después de sufrir una rotura en el tendón rotuliano de la su rodilla derecha.

El Getafe salió al Lluis Companys con muchas ganas de sorprender y Bordalás volvió a alinear como delantero centro al sorprendente Christantus Uche para tratar de ganarle los duelos a los zagueros culés. El plan le salió bien al técnico alicantino y las llegadas azulonas se sucedieron con bastante frecuencia. Al Barça no se le veía igual de lúcido que en otros partidos, y eso era una novedad bastante notoria.

Ese espesor culé se disipó rápido y el Getafe retrocedió unos metros para adquirir un rol más defensivo y tratar de resistir el mayor tiempo posible. Pero cuando el Barça somete a sus rivales eso suele ser una mala noticia. Y esa mejoría con balón se plasmó con el primer gol del encuentro. Robert Lewandowski fue el más pillo de la clase y aprovechó un error de bulto de la zaga getafense para anotar el 1-0.

Marcar relativamente pronto le vino de lujo al Barcelona. No es lo mismo jugar con 0-0 que hacerlo con el resultado a favor y el equipo de Flick se hizo con la posesión del balón. La única traba, por poner alguna, es que al conjunto azulgrana le estaba costando algo más de lo normal generar espacios y no era capaz de sacar ese fútbol vertical que sí utilizó en otros encuentros. Y eso era gracias al buen bloque bajo plantado por el equipo de Bordalás.

Ese planteamiento defensivo del Getafe perjudicó, de manera ligera, a Lamine Yamal. El joven extremo no tenía esa libertad por banda a la que estaba acostumbrado y no le quedó otra que meterse hacia el interior y asociarse con sus compañeros en lugar de percutir por el exterior.

El Barça asedia el área azulona

La actuación del Barcelona en la primera mitad fue buena, pero no maravillosa y ese 1-0 les exigía subir un escalón más. Había que cerrar el séptimo triunfo de la temporada cuanto antes y así evitar sustos que lo pusieran en jaque. Es un tópico muy típico, pero en el fútbol nunca se pueden dar los partidos por ganados antes de tiempo.

Las llegadas eran culés. Los de Flick estaban asediando el área del Getafe. El problema es que los azulones plantaron un muro de hormigón armado y al Barça le estaba costando derribarlo. Los de Bordalás se cerraron atrás para tratar de desquiciar a los azulgrana. La única forma de sorprender era probando desde fuera del área y en el minuto 59, Lamine Yamal se quedó a centímetros de marcar un gol antológico. Sólo David Soria evitó el tanto del joven futbolista.

Había dos roles diferenciados en Montjuic. El defensivo del Getafe y el ofensivo del Barcelona. Y así parecía que iba a seguir sucediendo. El equipo de Hansi Flick estaba teniendo dificultades para derribar la muralla azulona y para intentar ganar algo de frescura, el técnico alemán introdujo en el campo a Ferran Torres y mandó al banquillo a Pablo Torre. El Getafe hizo lo mismo y José Bordalás llevó a cabo tres cambios ofensivos.

Se llegó al minuto 70 y el resultado seguía igual. No hubo grandes novedades y el Barça empezó a probar el balón parado para tratar de marcar el gol de la tranquilidad. Pero no había forma de conseguirlo porque el Getafe estaba muy serio en defensa. Sin embargo, en los minutos finales fue el equipo madrileño el que se vino arriba e intentó buscar el gol del empate. Y Borja Mayoral tuvo la ocasión. El problema es que el delantero de Parla no estuvo fino y dejó pasar una oportunidad clamorosa. Suspiró el Barça y tres puntos más para el casillero.