El apagón inesperado de Bellingham: de líder del equipo a tercero en discordia
En tan solo unos meses, algo ha cambiado en la mente del inglés y parece un futbolista distinto del que enamoró al madridismo la pasada temporada
El Real Madrid necesita un central y ya ha comenzado el casting
El aterrizaje de Jude Bellingham en el Real Madrid fue mucho mejor de lo esperado. Nadie se imaginaba que en su primera temporada en España iba a tener un impacto tan directo en el fútbol ofensivo del club blanco y acabó la 23/24 con unos registros que nunca antes había firmado. Porque es importante recordar que la posición real de Jude Bellingham es la de centrocampista.
Los números del inglés fueron fantásticos. En 40 partidos disputados, el '5' del Real Madrid anotó 23 goles y repartió 12 asistencias, lo que le sirvió para firmar el mejor año de su carrera deportiva y para estar en la lista de nominados para el Balón de Oro. Jude tenía motivos para sentirse orgulloso.
Sin embargo, en tan solo unos meses, algo ha cambiado en la mente de Bellingham y el inglés parece otro. La afición del Madrid se malacostumbró y esperaba volver a ver esa versión tan letal del de Stourbridge, que le llevó a ser el líder indiscutible del club blanco. Pero el fútbol es uno de esos deportes que no suele entender de dinámicas y el inglés no ha empezado nada bien la temporada 24/25, básicamente porque no se puede rendir al 100 % en todos los partidos y con un calendario tan apretado sin apenas descanso es prácticamente imposible estar fresco.
Una lesión en el músculo delgado plantar de su pierna derecha nada más empezar la nueva temporada le dejó en fuera de juego durante un mes. Y eso le afectó en el campo. Estar parado es perjudicial y muchas veces cuesta mucho volver a coger la forma. Por lo tanto, se puede decir que Jude Bellingham ha tenido un apagón inesperado.
Son varios los motivos que pueden explicar esta bajada de nivel, pero el más evidente, quizás, es el actual sistema del Real Madrid. La retirada de Toni Kroos ha afectado al centro del campo blanco y ahora a Bellingham le está tocando subir y bajar constantemente, aspecto que perjudica a su juego. Porque es importante recalcar que Jude se siente mucho más cómodo llegando a la zona de tres cuartos de campo, en la que generalmente suelen pasar cosas, lo picante del fútbol, y en el que el gol llama a la puerta. Y en lo que va de liga, el inglés aún no ha sido capaz de perforar la meta rival.
Y por si fuera poco, Bellingham ya no es el líder del equipo. El inglés ha visto como Vinicius y Mbappé le han adelantado en lo que a liderazgo se refiere y, de momento, no se atisba en el horizonte una mejoría del inglés. Lo que no debe de hacer Jude es desesperarse ni venirse abajo. Tiene que saber que su momento llegará y que las temporadas son muy largas, pero la afición blanca debe de empezar a asumir que lo del año pasado fue un rara avis en su carrera deportiva y que Bellingham no se caracteriza por ser un futbolista con una gran capacidad goleadora.
A fin de cuentas, no juega en la posición de delantero y que la mayor parte de los goles en el Real Madrid suelen estar destinados para los que sí juegan en las posiciones de ataque. Es decir, Vinicius, Mbappé, Rodrygo son los que tienen que tirar del carro cuando el Madrid quiera marcar goles.
Este sábado arranca oficialmente el segundo mes de competición en la liga española y hasta el próximo parón de selecciones, el Real Madrid tiene por delante un total de seis partidos: Celta de Vigo, Borussia Dortmund, el clásico contra el Barcelona, Valencia, Milan y Osasuna. Estos duelos servirán para comprobar si lo de Bellingham es un apagón temporal o si de verdad hay motivos para preocuparse.
Lo que está claro es que en este inicio de temporada, el inglés ha pasado de ser el faro del Real Madrid al tercero en discordia. Y eso es algo que Carlo Ancelotti tiene que empezar a gestionar antes de que sea demasiado tarde. El técnico italiano tiene que optimizar el rendimiento del futbolista de Stourbridge. Es decir, tiene que encontrar la forma de que el inglés vuelve a ser ese jugador letal en el área rival. Lo que era el año pasado. El jugador que enamoró al Santiago Bernabéu con su fútbol y con su carisma.