La curiosa historia de Manolo González: de conducir autobuses a dirigir al Espanyol en el derbi de Barcelona
El técnico de Folgoso de Caurel experimentó la peor cara del deporte con tan solo 21 años y después de ir subiendo escalones en los banquillos ha llegado al primer equipo del conjunto perico
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El fútbol es uno de esos deportes que siempre suele dar a conocer historias sorprendentes y curiosas que, por lo general, suelen captar el interés de infinidad de aficionados por el hecho de saber valorar todo el esfuerzo y sacrificio que han tenido que hacer para llegar a lo más alto.
Uno de esos casos es el de Manolo González. Hoy en día es el entrenador del primer equipo del Espanyol. Pero para llegar a ocupar el banquillo del conjunto perico tuvo que pelear y ganarse la vida siendo muy joven, como muchos otros entrenadores del fútbol español.
González nació en la localidad lucense de Folgoso de Caurel, pero siendo muy pequeño emigró a Barcelona, como muchos otros niños de su generación, y allí dio sus primeras patadas a un balón de fútbol. En el colegio Dalvi, el actual técnico del Espanyol se dio cuenta de que el balompié era su verdadera pasión y estaba convencido de que iba a poder vivir de ello.
Cuando tenía nueve primaveras, empezó a jugar al fútbol en las filas del Martinenc, del barrio barcelonés de El Guinardó, y allí pasó gran parte de su carrera, aunque también tuvo breves experiencias en el Gramanet B y la Montañesa. Durante todo ese tiempo, su desempeño en el terreno de juego fue tan positivo que se ganó ser convocado por la selección catalana de fútbol.
Sin embargo, como muchos otros futbolistas, Manolo González experimentó la peor cara del deporte y se vio obligado a dejar el fútbol con tan solo 21 años, cuando sufrió la peor lesión que puede tener un jugador. Es decir, rotura de cruzado, del ligamento lateral interno y del menisco de la rodilla. Esa circunstancia, que a él le pareció una fatalidad, le acercó aún más a los banquillos, donde hoy día es feliz.
Manolo González arrancó su trayectoria como entrenador en las filas del Sant Gabriel y fue el principal valedor de futbolistas que hoy en día están en la élite, como son Gerard Moreno y Mariano Díaz, pero donde realmente dejó huella como técnico fue en la Montañesa y en el Badalona. Eso le sirvió para dar el salto a la antigua Segunda B (hoy día Primera RFEF) y en la categoría de bronce del fútbol español dirigió al CD Ebro, regresó al Badalona (con el que eliminó al Getafe de Bordalás en Copa del Rey) y en el año 2021 se fue a la Peña Deportiva, equipo ibicenco que dirigió durante dos temporadas antes de recalar en las filas del filial del Espanyol.
En su tiempo en el fútbol de bronce o en el barro (como se denomina coloquialmente al balompié no profesional), a Manolo González no le quedó otra que compaginar su labor en los banquillos con la de conductor de autobús de línea de la Ciudad Condal, hasta que consiguió vivir exclusivamente del fútbol, algo que llevaba persiguiendo durante mucho tiempo.
El 12 de marzo de 2024 le llegó la oportunidad de su vida. El Espanyol acaba de destituir a Luis Miguel Ramis y el club perico apostó por Manolo González. Su fútbol vistoso, su carácter motivador y su enorme conocimiento de la cantera fueron los elementos decisivos a la hora de convencer a la directiva del equipo de Cornellá.
En su llegada al primer equipo perico, González fue consciente desde el principio de que tenía una tarea ardua por delante. Esa no era otra que devolver al Espanyol a Primera División, reto que acabó consiguiendo el 23 de junio después de remontar un 1-0 adverso contra el Oviedo en el partido de vuelta de la final del play-off de ascenso. Y como premio por todo lo conseguido, el conjunto perico confió en González y le brindó la oportunidad de entrenar en la élite del fútbol español.
Su primer derbi contra el Barça
La andadura del Espanyol en su regreso a Primera no está siendo la soñada, pero Manolo González sigue en el banquillo y este domingo va a tener la suerte de disputar el partido con el que sueña cualquier persona que siente al conjunto perico como su vida.
Este domingo se enfrenta al Barcelona de Hansi Flick en Montjuic, la que fuera casa del club perico entre 1997 y 2009, y González tratará de motivar a sus jugadores para intentar ganar a su eterno rival de la capital catalana, algo que no consigue desde el 21 de febrero de 2009, día en el que el mítico Iván de la Peña anotó un doblete para silenciar el Camp Nou.
Manolo González tiene claro qué hacer frente a su eterno rival: «Llevo muchos años y los he sufrido de todos los colores. El derbi es un partido diferente y nosotros saldremos a defender el escudo y la camiseta, con todo el orgullo. Hay que salir a competir al máximo, correr como animales y dejarnos la piel para contrarrestar su potencial. El Barça tiene cosas muy buenas pero también puntos débiles».