Antonio Rüdiger, el centinela inquebrantable de Carlo Ancelotti
El alemán llegó al conjunto blanco como primer central en la rotación (por detrás de Militao y Alaba) y en menos de tres años se ha convertido en el mariscal de la zaga madridista
Real Madrid: el secreto del salto adelante es que el plan B ha demostrado ser el A
Cuando Rüdiger llegó al Real Madrid y entró por la puerta de Valdebebas, el central alemán se encontró con dos cosas. Por un lado, una zaga plagada de grandes futbolistas que querían convencer a Carlo Ancelotti. Y por el otro, una dura competencia con David Alaba, con quien iba a tener que pelear por ocupar el puesto de central zurdo, ya que en el derecho Militao era indiscutible y tan solo una grave lesión le iba a sacar del once titular.
Entonces, lo que hizo Rüdiger fue bajar la cabeza. El teutón se puso a trabajar y necesitó muy poco para ganarse la confianza de Ancelotti. Tenía carácter, una asombrosa capacidad de liderazgo que el técnico italiano sabía que no podía desaprovechar y empezó a entrar en los onces del Real Madrid. Y cuando eso sucedió, Rüdiger rara vez salió de allí. El conjunto blanco había firmado completamente gratis a uno de los mejores centrales del fútbol europeo y había que sacarle partido.
El alemán se ganó al vestuario desde el primer día y en ese referente en el que sus compañeros se apoyaron cuando vinieron mal dadas. Porque en el fútbol actual, lo normal es tener periodos de dudas. No se puede ganar siempre y hay días en los que las cosas no terminan de salir. Y ahí fue donde emergió ese Rüdiger que tanto respeto se había ganado en su etapa en el Chelsea.
Los años pasaron y nadie logró sacar a Rüdiger del once. El alemán se 'benefició' de las lesiones de cruzado de Militao y de Alaba y pasó de ser el tercer central, por así decirlo, al jefe de la defensa blanca asumiendo el perfil zurdo de la zaga cuando en realidad su área de actuación era la derecha. Pero eso no le importó a Rüdiger. Estaba ante la oportunidad de su vida de triunfar en el Real Madrid.
El '22' tuvo suerte y se perdió muy pocos partidos por lesión, algo normal en el fútbol actual si se tiene en cuenta lo cargado que está el calendario de partidos, en el que apenas hay tiempo para descansar por el número de competiciones que se disputan cada temporada.
En la presente temporada, Rüdiger se ha convertido en uno de los pocos futbolistas de la primera plantilla del Real Madrid que aún no han pasado por la enfermería ubicada en Valdebebas. El alemán está haciendo un esfuerzo titánico (arrastra una artrosis en su rodilla) y eso es algo que el madridismo está sabiendo agradecer. Su grado y nivel de compromiso recuerda (y mucho) al de Sergio Ramos, hasta el punto de que muchos han empezado a comentar que el alemán y el camero son dos gotas de agua en lo que a nivel de fútbol se refiere.
Ahora mismo, a Rüdiger se le puede considerar como el centinela inquebrantable de la zaga del Real Madrid. Hace mejores a sus compañeros y en lo que va de año, el alemán ha disputado 23 partidos (22 como titular). El único duelo en el que Rüdiger partió desde el banquillo se produjo el 21 de septiembre, día en el que salió al campo en el minuto 84 del partido entre el Real Madrid y el Espanyol que ganó el conjunto blanco por 4-1 en el Santiago Bernabéu.
Ese carácter diferencial ha encandilado a Carletto y le ha servido para no salir del once titular. El italiano sabe que Rüdiger va a tener que parar en algún momento, algo que actualmente es prácticamente imposible, ya que es el único central sano de la primera plantilla junto a un Jesús Vallejo que ni siquiera cuenta para Ancelotti. El único tramo del año en el que el alemán gozó de un merecido descanso fue cuando la DANA aplazó el partido del 2 de noviembre que estaba previsto en Mestalla entre el Valencia y el Real Madrid.
De aquí a que acabe el 2024, al Real Madrid le restan tres partidos y parece poco probable que Rüdiger vaya a descansar ante el Rayo (este sábado a las 21:00), en la final de la Intercontinental (miércoles 18 a las 18:00) y frente al Sevilla en el Bernabéu (domingo 22 a las 16:15). A corto plazo, el único encuentro en el que Rüdiger podría salir del once sería en el duelo de Copa del Rey frente a la Deportiva Minera (6 de enero a las 19:00).
En definitiva, Rüdiger pasó de ser el primer central en la rotación del Real Madrid a convertirse en el mariscal absoluto de la defensa. El alemán está marcando una era en el conjunto blanco y para entender su importancia en los planes de Ancelotti sólo hay que ver que ha jugado 71 de los últimos 78 partidos.