Fran Garrigós consigue un bronce histórico y rompe la maldición del judo español

España ya tiene su primera medalla en los Juegos Olímpicos de París. Tuvo que ser en judo, un deporte que estaba gafado en los últimos 24 años, pero donde los españoles siempre han contado con grandes deportistas. Francisco Garrigós, en la actualidad uno de los mejores judocas del mundo, se colgó la medalla de bronce tras vencer en -60 kilos al georgiano Guiorgui Sardalashvili.

El nombre de Garrigós, de 29 años, aparecía en todas las quinielas para entrar en el podio e incluso conquistar el oro. Quizás por eso el bronce pueda saber a poco, pues el español se presentó en el pabellón del Campo de Marte, construido temporalmente para los Juegos de París, como el judoca más en forma, pero el kazajo Yeldos Smetov le venció por ippon en la técnica de oro.

Así pues, hubo que conformarse con conseguir el bronce ante el campeón mundial Guiorgui Sardalashvili. No iba a estar fácil, pero Garrigós salvó en varias ocasiones la derrota con un ejercicio de equilibrista en el suelo del tatami y espero su oportunidad. Estuvo contra las cuerdas, pero una maniobra espectacular en el golden score le sirve para poner fin a 24 años de sequía y estrenarse como medallista olímpico.

Es decir, ha logrado cumplir las expectativas y se quita la espina clavada de Río 2016 y Tokio 2020 –en ambas ediciones cayó en primera ronda– y logra al fin la medalla olímpica que lleva persiguiendo toda su carrera y por la que estuvo cerca de retirarse en los últimos Juegos al ver que se le resistía.

Laura Martínez, con la miel en los labios

Pudo ser un día de dos medallas de España en judo, pero Laura Martínez se quedó a las puertas de lograrlo. La madrileña de 25 años, decimotercera del mundo en la categoría -48, cayó este contra la francesa Shirine Boukli, campeona europea en 2023, y se marcha de la capital gala sin el premio que vino a buscar. Lo mereció la española, pero le faltó algo de determinación en los momentos clave.