El drama económico de Martín-Portugués que podría retirarla de la esgrima al quedarse sin beca

La esgrimista española Lucía Martín-Portugués dijo adiós a su primera participación olímpica a las primeras de cambio al perder (15-8) en el tablón del 32 del sable, en el Grand Palais de París, con la húngara Anna Marton, campeona del mundo en 2023. La madrileña de 33 años, y número 4 del ranking mundial, quedó destrozada tras su pronta eliminación del torneo. Una derrota que podría traer peores consecuencias para Martín-Portugués.

Lucía se ha formado en el Club de Esgrima de Madrid y su entrenador es José Luis Álvarez. La esgrimista se vino abajo en el combate y no pudo ofrecer una reacción según fueron pasando los minutos. Acabó sucumbiendo ante la húngara, más segura en buscar los puntos débiles de la española, que acabó sin recursos para intentar la remontada. Con esta participación, Lucía Martín Portugués devolvió a la esgrima femenina a los Juegos 16 años después.

La española, consciente de su fracaso, se marchó del Grand Palais entre lágrimas y muy decepcionada con su papel en estos Juegos Olímpicos de París. «¡Qué vergüenza! ¡Qué vergüenza! Caer en primera ronda y venía a por medalla. Es que esto no merece la pena», fue el grito que se dijo a sí misma Lucía tras caer derrotada. La española venía a por una medalla y se va con las manos vacías.

Lucía estaba desconsolada. Cabe recordar que, a sus 33 años, llegaba a esta cita olímpica en el mejor momento de su carrera, después de toda una vida preparándose para esto, y una exitosa clasificación a los Juegos. Martín-Portugués consiguió dos oros en la Mundial de Argelia en 2022 y en el Grand Prix de Túnez este mismo año. Además, fue bronce en el Mundial 2023 y en el europeo 2024.

La pérdida de la beca

La temprana derrota de Lucía en los Juegos Olímpicos conlleva a un problema muchos más grave para la española. La esgrimista podría vivir un drama económico y es que su fracaso podría conllevar su retirada de la esgrima profesional por la retirada de su beca ADO, pese a ser la cuarta del mundo.

Con esta derrota bajará varios puestos en el ranking mundial. «Es que puede haber sido el último asalto de mi carrera porque me quedo sin beca», dijo Martín-Portugués después de su duelo de sables. Es triste, pero es una realidad. Una deportista que ha conseguido ser cuarta en el ranking mundial, y que se ha colgado varias medallas al cuello en varias competiciones, se vaya a quedar sin ayudas por tener un mal día.

«El problema de nuestro deporte es que la beca es el 100% de nuestros ingresos. Un buen resultado implica cobrar y un mal resultado no. Es presión, pero lo importante es hacer lo que a uno le gusta. Ahora a descansar y ver lo que hacemos», reconoció el esgrimista español Carlos Llavador después de perder.

El drama de muchos deportistas

Lucía Martín-Portugués podría vivir un auténtico drama. La esgrimista reconoció hace un par de años que su familia y su pareja tuvieron que ayudarla económicamente para poder sobrevivir. «Me han tenido que pagar el alquiler de mi casa. Cuando no tenemos beca, trabajamos, porque además de deportistas somos personas y necesitamos comer», dijo en su día.

Lucía ha trabajado de camarera y de árbitra, además de iniciar estudios de odontología en la Universidad. Al igual que ella, muchos otros deportistas también tienen que compaginar el deporte con otros trabajos alternativos, pues el dinero que ganan no les da para poder vivir. Es la cara B de algunos deportes. De hecho, Martín-Portugués ha dicho que la universidad llegó a pedirla los billetes de avión para demostrar que viajaba a una competición. No hay que olvidarse de los casos que se han dado en los que muchos deportistas tienen que pedir vacaciones para irse a disputar unos Juegos Olímpicos o un campeonato del mundo.