Canadá 88-85 España
España roza la hazaña, pero cae eliminada en el grupo de la muerte
Los de Sergio Scariolo vendieron muy cara su piel, pero les condenó ir constantemente a remolque y no pudieron materializar su remontada
El último baile de Rudy Fernández, el alero que puso en otra dimensión a la selección española
No tenía el equipo de antaño, pero aun así había ilusión por ver lo que era capaz de hacer 'La Familia' en estos Juegos Olímpicos. Los de Scariolo siempre rinden por encima de lo esperado y esta vez volvió a ser así, pero el grupo de la muerte fue demasiado para España y toca hacer las maletas a las primeras de cambio. Por primera vez desde Sídney 2000, la selección española de baloncesto se marcha en la fase de grupos de los Juegos Olímpicos. A pesar de su esfuerzo y de mostrar un gran carácter, Canadá y Australia fueron mejores.
El día ya empezó torcido para España. La victoria de Grecia sobre Australia hacía que solo una victoria ante Canadá daba acceso a los cuartos de final. A cuartos pasan los mejores terceros, pero el basketaverage hacía que una derrota española los colocara en última posición. Con esa presión saltó 'La Familia' a la cancha y se notó, pues los primeros compases del encuentro fueron muy irregulares.
Viendo que el aspecto ofensivo no funcionaba igual que ante Grecia, España se implicó en defensa y logró controlar el rebote defensivo, algo que pidió Llull tras el anterior partido. Los de Scariolo controlaban los ataques canadienses, pero después no eran capaces de anotar. Los aros estaban cerrados y el primer cuarto no destacó por su anotación.
Con un empate a 19 puntos se terminaron los 10 primeros minutos, y el segundo cuarto fue similar, pocos puntos, muchas imprecisiones y máxima igualdad. Sin embargo, justo cuando se empezaba a pensar en el descanso, Shai Gilgeous-Alexander –uno de los mejores jugadores NBA– dio un golpe al partido dejó a España 11 puntos por detrás. Mazazo para los españoles, que veían como el pase a cuartos se alejaba.
España no se rindió
Tras el descanso, un triple de Llull y dos puntos de Álex Abrines reengancharon a España, aunque la alegría duró poco. El buen hacer de Dillon Brooks y RJ Barrett devolvió al luminoso la ventaja de 11 puntos y cada vez quedaba menos tiempo. Ahora la historia era distinta y los ataques se imponían a las defensas. El ritmo del partido era mayor y en ese intercambio se sentía más cómoda Canadá, o al menos, eso dice la teoría.
Al final del tercer cuarto, la desventaja se redujo a ocho puntos (64-56) gracias a la buena defensa de España. La victoria estaba muy complicada, pero los de Scariolo iban a morir en el intento y todos trataban de aportar su granito de arena, aunque Lorenzo Brown, la estrella del Campeonato europeo, no tuvo su tarde y terminó viendo en el banquillo el desenlace del encuentro.
La cosa estaba muy complicada, pero Darío Brizuela se negaba a pensar que no era posible y se presentó como la referencia ofensiva del equipo anotando cuatro canastas de dos para meterse de lleno en el partido. La distancia se llegó a reducir incluso a un punto, pero Canadá no falló en los momentos clave.
Las pérdidas en ataque terminaron por sentenciar el partido, aunque los de Jordi Fernández (español y seleccionador de Canadá) tuvieron que sufrir hasta el final. España no bajó los brazos y cada vez que los canadienses parecía que daban la puñalada definitiva, llegaba una canasta de España que invitaba a creer. Por desgracia, el tiempo fue pasando y llegó un momento en el que ya no quedó suficiente. Aun así, cuando quedaban dos segundos Llull probó con una de sus mandarinas desde el centro campo y paró los corazones de Canadá mientras el balón volaba hacia el aro. No pudo ser, pero 'La Familia' se va a casa con honores.