Dani Carvajal, Alvaro Morata, Jeselu Mato y Nacho Fernández durante la celebración de la victoria de España en la Eurocopa

Imagen de la celebración de la Eurocopa en Madrid con Dani Carvajal, Álvaro Morata, Joselu Mato y Nacho FernándezEFE

La doble vara de medir de los organismos del fútbol: sancionan a España y son permisivos con Marruecos

La UEFA la ha vuelto a tomar con España. Este miércoles se conoció que el máximo organismo europeo sancionó a Álvaro Morata y Rodri Hernández con un partido después de que los dos futbolistas entonaran el famoso cántico de «Gibraltar es español». Esos hechos sucedieron en la celebración de la Eurocopa que se organizó por las calles de Madrid y que concluyó en la céntrica plaza de Cibeles.

Esta sanción se puede entender como absurda ya que si Gibraltar no se hubiese quejado nadie hubiera hablado de ello. Pero, una vez más, los organismos del fútbol la han vuelto a tomar con España. Es lo que toca. Esos cánticos se produjeron en un momento de euforia y lo último que pretendían tanto Morata como Rodri era buscar la ofensa hacia Gibraltar.

La principal polémica viene cuando se compara este tipo de sanción (la de España) con comportamientos inaceptables y que no representan para nada el espíritu olímpico. Estos hechos han sucedido, por ejemplo, en las dos competiciones de fútbol de los Juegos Olímpicos de París, donde nadie se ha quejado.

Aquí es donde aparece la doble vara de medir por parte de los organismos del fútbol. La UEFA sanciona a España por unos cánticos, según Fabian Picardo (primer ministro de Gibraltar), «rancios que no deberían usarse en el deporte para promover ninguna ideología» y, mientras tanto, en las semifinales del torneo olímpico de fútbol entre España y Marruecos sucedieron actos que no se valoraron como antideportivos, cuando en realidad si lo eran.

En el partido contra la selección marroquí, sucedieron varios comportamientos lamentables. En primer lugar, el vacile de Achraf Hakimi a Arnau Tenas antes del penalti cuando el portero español no hizo absolutamente nada. La acción acabó con los dos futbolistas a punto de llegar a las manos. Luego, la celebración en la cara por parte del delantero Rahimi después de marcar el 1-0. Y, por último, y no menos importante, la pitada por más de 50.000 aficionados marroquíes al himno español. Y respecto a eso, el Comité Olímpico Internacional decidió no tomar cartas en el asunto cuando lo podrían haber hecho sin problemas.

Arnau Tenas quiso quitarle hierro al asunto y aclaró: «Son cosas que pasan en el campo. Puede que un poco el ambiente, pero nada, tranquilos, todo bien. Tengo muy buena relación con él de este año en el PSG».

Pero la cosa no quedó ahí. Al día siguiente, en el Brasil vs España del torneo de fútbol femenino también hubo actos que no reflejan los valores olímpicos del respeto y de la deportividad. En el minuto seis de la primera parte, Brasil se adelantó en el marcador tras un error clamoroso por parte de Cata Coll y en la celebración del tanto, la delantera Priscila (que ni siquiera había marcado el gol) lo festejó mirando de manera irrespetuosa a la guardameta española.

Esa acción no gustó nada a los aficionados españoles y los comentarios en redes sociales no tardaron en llegar. Varios usuarios de X (antes Twitter) afirmaron que esa acción «va en contra del espíritu olímpico y que por ello tendría que tener su repercusión, como por ejemplo una tarjeta amarilla». El partido acabó con derrota de la selección española por 4-2 ante Brasil. Pero la pregunta importante es la siguiente: ¿Qué hizo el COI? Nada de nada. Casualmente si es España la afectada todo queda en el olvido.

En definitiva, vuelve a quedar claro el poco respeto que se le tiene a España por parte de los organismos del fútbol. Se desconocen los motivos, pero lo sucedido en los Juegos por parte de Marruecos y Brasil sí es motivo de sanción y no el cántico de «Gibraltar es español», que se ha dicho en varias ocasiones y que siempre ha pasado desapercibido.

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