Dejan Lovren, a la izquierda, escucha las órdenes de su seleccionador

Dejan Lovren, a la izquierda, escucha las órdenes de su seleccionadorEFE

Lovren, el emblema croata que defiende a la Rusia de Putin y ensalza a un refugiado por Franco

  • Futbolista muy polémico –se jactó de dar un codazo a Sergio Ramos–, es el único de los que están en Qatar que juega en la liga rusa

  • Se indigna por las sanciones a ese país y hace cánticos recordando a quienes lucharon, con violencia, por la independencia de Croacia a mediados del siglo XX

Dejan Lovren siempre ha sido un jugador rodeado de polémicas. Al veterano central de Croacia, semifinalista en este Mundial, le ha gustado ser siempre noticia más allá de lo que hiciera como futbolista. Fue él quien en un España-Croacia le soltó el codo a Sergio Ramos de forma voluntaria porque decía que tenía que vengar lo que le hizo el español a Salah en la final de Champions del año 2018. Él militaba en el Liverpool y se jactó de aquella acción tan antideportiva.

Y es el mismo Lovren el que ha llegado a Qatar como azote de la UEFA y de la FIFA por dejar fuera a Rusia del Mundial y de cualquier competición futbolística. El emblema de la Croacia de los últimos años, titular y fijo en este torneo en el que Croacia está brillando, es tan solo uno de los dos jugadores que militan en el fútbol ruso que fueron convocados por su selección.

Indignado por las sanciones a Rusia

Sin tener complejo alguno en sus declaraciones, Dejan Lovren se mostró «indignado» porque Rusia no esté en el Mundial. «Siempre he dicho que el deporte y la política deben estar separados», dijo hace pocas semanas, que milita en el Zenit de San Petersburgo desde 2020, año en el que dejó el Liverpool, el equipo en el que se convirtió uno de los principales defensores del mundo.

Lovren no solo defiende a Rusia. Es además uno de esos que compran la propaganda de Moscú y no habla de invasión en Ucrania, «si es el caso», en referencia a si de verdad las tropas rusas están atacando a los ucranianos. Él lo deja en duda, pero siente mucha admiración por el país en el que juega a nivel de clubes y del que no se fue a pesar de las sanciones que caen sobre los equipos rusos. El mismo día que Putin invadió Ucrania él siguió al presidente en Twitter.

Garantía croata

En lo que se refiere al aspecto deportivo, el central croata cuenta con una gran experiencia. De hecho, en el Mundial de 2018, donde su selección alcanzó la final, disputó todos los minutos de juego y fue una de las piezas claves del entramado defensivo. Algo que ha vuelto a suceder cuatro años después, donde también está siendo titular indiscutible en el equipo comandado por Luka Modric, que busca este martes el pase a la final del Mundial ante Argentina.

Fue precisamente ante la albiceleste, y en el Mundial 2018, cuando Lovren fue protagonista de otra gran polémica extradeportiva. Para celebrar aquella victoria, el jugador comenzó a cantar el Bojna Cavoglave, un cántico que era himno de la Ustacha, una organización terrorista croata que luchó por la independencia de Croacia desde 1929 a 1945 con violencia, asesinatos y que gobernó, con el apoyo de la Alemania nazi (antes ya lo había tenido de Musolini), Croacia de manera autoritaria.

Aquello lo lideraba Ante Pavelic, un líder fascista de la época que una vez que llegó el régimen comunista a Yugoslavia se refugió en España con la ayuda de Franco y acabó muriendo en Madrid –está enterrado en el cementerio de San Isidro– por heridas sufridas en el atentado ordenado por Tito, el dictador comunista que dirigió aquella Yugoslavia 35 años.

Lovren, en el centro de la imagen, recibe la medalla de subcampeón del mundo por parte de Putin en 2018

Lovren, en el centro de la imagen, recibe la medalla de subcampeón del mundo por parte de Putin en 2018FIFA

Son habituales las críticas de Lovren a todo lo que tenga que ver con la homosexualidad. Por ejemplo, cuando se enteró de que Disney pondría personajes del mismo sexo reconoció que se dio de baja de esa plataforma «porque no quiero que mis hijos crezcan con esos valores». Su figura es muy discutida en Croacia, toda vez que en este país nunca ha tenido grandes relaciones con Rusia, que ha sido siempre aliado de Serbia, a su vez enemigo croata durante tantos años.

Así, Lovren es el único representante del fútbol ruso en el Mundial. El otro, el camerunés Moumi Ngamaleu, apenas ha tenido incidencia en Qatar. Atrás quedan los tiempos en los que Rusia sí jugaba como selección o había numerosos futbolistas que disputaban la liga de este país. Muchos países, como castigo por jugar en un país que invadió a otro, no convocaron a esos futbolistas. Es el caso de Brasil, donde se quedó fuera Malcom, exfutbolista del Barça, o el de Polonia, donde se vetó a Maciej Rybus por jugar en el Spartak de Moscú.

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