Wimbledon aplaude a Serena Williams: derrota maratoniana y aires de despedida

Era uno de los grandes atractivos de la edición de este año de Wimbledon y toda la expectación era poca. Serena Williams, una de las más grandes tenistas de toda la historia, reapareció sobre la hierba de Londres. Lo hizo justo un año después de lesionarse en ese mismo lugar y después de estar precisamente un año entero alejada de las pistas.

Su regreso no fue el deseado ya que perdió ante la francesa Harmony Tan por 7-5, 1-6 y 7-6 en un partido agónico, épico y maratoniano que duró tres horas y cuarto. Fue un recital de tenis en el que Serena dejó puntos para el recuerdo, pero en el que se quedó al borde de pasar a segunda ronda.

La estadounidense anunció su vuelta a las pistas hace dos semanas y se preparó para este Wimbledon con dos victorias en dobles en Eastbourne junto a la tunecina Ons Jabeur. El plan funcionó para ponerla en forma y a tono para la competición, pero no para ganar, aunque se quedó muy cerca tras caer en el 'super tie break' de la tercera manga.

Wimbledon, como no podía ser de otra forma, le reservó a Serena Williams la pista central, esa en la que Rafa Nadal había ganado horas antes al argentino Francisco Cerúndolo. Con 40 años -y serán 41 en septiembre-, Serena Williams sigue soñando con el Grand Slam número 24 que le igualaría a la tenista con más grandes en la historia, Margaret Court.

«No sé qué voy a hacer. Vivo en el día a día. Juego día a día», contestó la estadounidense al ser preguntada si este había sido su último partido en Wimbledon. Este torneo lo ha ganado siete veces, de ahí que el público londinense despidiera a esta leyenda del tenis como se merece: en pie y con un largo aplauso que también premiaba el tremendo esfuerzo mostrado.

«Di todo lo que podía. Te apetece volver a entrenar, porque has estado muy cerca. Te da la sensación de que puedes conseguirlo si quieres ganar partidos», explicó una Serena Williams que bromeó al asegurar que la participación de este año al menos fue mejor que la del anterior, cuando se lesionó y no pudo ni terminar el partido.