Rebelión en el tenis femenino por la separación de pelotas en el US Open
Es el único Grand Slam en el que se usan bolas distintas entre el circuito masculino y el femenino, más pesadas para los hombres y más ligeras para las mujeres
Iga Swiatek, tenista número uno del mundo, ha abierto la rebelión en el tenis femenino de cara al US Open: «Son horribles, no entiendo por qué las mujeres usan unas diferentes». Se refiere la polaca, ganadora este año en Roland Garros, a las pelotas con las que se jugará el cuarto y último Grand Slam de la temporada. El Abierto de Estados Unidos es el único 'grande' en el que se usan pelotas distintas entre el circuito masculino y el femenino. Mientras los hombres juegan con bolas más pesadas, las mujeres lo hacen con pelotas más ligeras.
«Estas bolas son horribles, especialmente después de tres juegos en los que has jugado duro, porque se vuelven más y más ligeras. Al final no puedes sacar a 170 km/h porque van a volar como locas. Son muy malas», ha dicho Swiatek en la previa del torneo que empieza la próxima semana. Argumenta que esto va contra el espectáculo y el cabreo de la número 1 es monumental. Esta es además ya una vieja polémica que se repite cada año y de la que Rafa Nadal dijo que no consideraba «que sea un tema importante». Pero ahora toda una estrella como Swiatek ha levantado la voz, acompañada por otras tenistas del top 10 como Paula Badosa.
Para la española estas pelotas son «imposibles de controlar» y expresa un sentimiento de defensa del tenis femenino. «Luego nos quejamos de que hay muchos errores y se ha perdido la táctica e inteligencia en los puntos», comenta Badosa sobre el nivel que después puede haber en el torneo femenino de este último Grand Slam de la temporada.
El asunto aquí es por qué las pelotas para los hombres son unas y para las mujeres son otras, algo que no pasa en ningún otro Grand Slam. «No sé por qué son distintas que las de los hombres. No sé, quizás hace quince años las mujeres tuvieron problemas de codo porque las bolas eran más pesadas y las cambiaron. Pero ahora estamos tan bien preparadas físicamente que no creo que eso sea un problema», intenta explicar Swiatek. No existe un argumento como tal que explique la diferenciación, pero nada tiene que ver con una discriminación a las mujeres. Tiene en todo caso un argumento deportivo, por cómo era el tenis femenino hace años y los problemas que cita la actual número 1 del mundo.
Se da también el problema que las bolas con las que se disputa el torneo femenino en Nueva York son puramente estadounidenses, «muy difíciles de comprar en Europa», por lo que las jugadoras europeas apenas pueden estrenarse con ellas. Hasta el año pasado las pelotas eran de marca distinta, pero para esta gira norteamericana se ha unificado el sistema y la marca que proporciona (Wilson) las bolas es la misma para hombres que mujeres.
El US Open es el único Grand Slam en el que se usan pelotas distintas: los hombres juegan con bolas más pesadas, las mujeres lo hacen con pelotas más ligeras
La queja de Swiatek y de Badosa (no son las únicas, pero sí las más mediáticas y dentro del top mundial) nada tiene que ver con un discurso de discriminación hacia las mujeres. La polaca aclaró que únicamente se refiere al asunto deportivo y que habla de las pelotas con las que se juega en el cuadro femenino, que no le gustan. Además, el US Open fue el primer Grand Slam en igualar los premios de hombres y mujeres (en 1973), por lo que no se le puede acusar de diferenciación negativa al cuadro femenino.