Serena Williams, ante la historia: ¿es posible que gane el US Open?

Serena Williams lleva años persiguiendo el objetivo de alcanzar su vigesimocuarto Grand Slam. Desde que ganara en 2017 el Open de Australia estando embarazada de ocho semanas, la americana ha intentado ganar un nuevo 'major' con el que igualaría a Margaret Court además de convertirse en la cuarta madre en ganar un torneo de la máxima categoría del tenis.

La tenista estadounidense, de 40 años, ha jugado cuatro finales desde que fuese madre y todas con el mismo resultado. La menor de las hermanas Williams no pudo soportar la presión de convertirse en la tenista más laureada de todos los tiempos y perdió todas esas finales sin tan siquiera poder hacer un set. La más sonada de todas fue la del US Open 2018 en la que Serena perdió los papeles con el árbitro Carlos Ramos al que llamó «ladrón y mentiroso».

El mundo del tenis se vio manchado por ese espectáculo dantesco y en especial el nombre de Serena. No obstante, la ganadora de 23 grandes supo como volver a ganarse a parte del público que pudo perder aquel día y sigue siendo la preferida de la gran mayoría, y de hecho después de haber superado las dos primeras rondas de este US Open ya hay voces autorizadas en el mundo del tenis que no descartan que justo el Grand Slam de su retirada sea el que le de su tan ansiado 24.

Si algo ha frenado a Serena en estos años ha sido la presión, saber que todos los aficionados, los patrocinadores e incluso el resto de tenistas estaban seguros de que lo ganaría antes o después. Sin embargo las cuatro finales perdidas han sido una losa a la que la americana no ha conseguido hacer frente. Ahora, una vez que ha anunciado que se retira, Serena parece liberada de ese deber y el partido que ha jugado en esta segunda ronda ante la número dos del mundo es buena prueba de ello: «Es increíble todas las cosas que he hecho, pese a que nunca pienso en eso. Esta noche me dije: ‘Serena, ya ganaste, simplemente juega, sé Serena, eres mejor que esto», dijo Serena en la posterior rueda de prensa.

Camino con trampas hasta 1/4 de final

La victoria ante la número dos del mundo, Annet Kontaveit, ha hecho que Serena tenga en principio el cuadro liberado de grandes obstáculos hasta los cuartos de final. En la tercera ronda se medirá a la australiana Ajla Tomljanovic, número 46 del mundo. Una jugadora que, a pesar de contar con grandes golpes, nunca ha manejado bien la presión, y jugar ante Serena sabiendo que puede ser su último partido no debe ser sencillo de gestionar, por lo que a priori la americana parte como favorita para alcanzar la segunda semana del torneo.

En caso de que Serena llegue a los octavos de final lo lógico es que se enfrentase a Samsonova, actualmente la 35 del mundo y que viene en un estado de forma óptimo, ganando los dos últimos torneos que ha disputado, en Washington y Cleveland. La tenista rusa es una de las tapadas del torneo aunque habría que ver como sería capaz de gestionar el hecho de tener a todo el público en contra. Ya después a partir de los cuartos de final se podría medir a las mejores del circuito destacando sobre todo la tunecina Ons Jabeur, finalista en Wimbledon y una de las favoritas para salir como campeona de Nueva York.

Por el momento, Serena no quiere ni oír hablar de la posibilidad de terminar su carrera ganando este Grand Slam. La menor de las Williams se centra en intentar ganar su próximo partido para poder alargar su adiós un encuentro más: “No puedo pensar tan lejos (en ser campeona). De momento estoy aquí, me divierto y disfruto dentro de la pista", comentó Serena. Por mucho que Serena no quiera mirar más allá de su encuentro de tercera ronda, lo cierto es que con el nivel mostrado en su último partido sería capaz de ganar a cualquier rival. Después de dos malas participaciones en Canada y Cincinnati, donde muchos ya la daban por acabada, Serena ha demostrado que tenía cosas guardadas y ahora es imposible no ponerla entre las favoritas al título.