Aplausos y vítores a Novak Djokovic en su reencuentro con Australia
Arrasa a Roberto Carballés por 6-3, 6-4 y 6-0 en su estreno en el primer Grand Slam de la temporada
Novak Djokovic ha superado este martes, en su estreno en el Open de Australia, a un laborioso Roberto Carballés por 6-3, 6-4 y 6-0. La cita, más allá del primer partido en Melbourne, era especial: ha supuesto el regreso del serbio a una Rod Laver Arena –pista central del torneo– que le llevó en volandas durante todo el partido de la primera ronda del Abierto de Australia.
Es esta la decimosexta vez de forma consecutiva que superó el primer escollo del torneo australiano en lo que fue una noche mágica para el tenista de Belgrado, que olvidó sus molestias en el muslo derecho al ver el incesante apoyo de unas gradas teñidas de rojo, blanco y azul. Y esa es la gran noticia después del traumático episodio que vivió el pasado año donde fue deportado de Australia. El gobierno le canceló la visa por no estar vacunado contra el coronavirus.
«Gracias por darme esta bienvenida tan calurosa, en especial en la pista más especial de mi carrera. Conforme más partidos ganas, mejor te sientes, esa es la razón por la que he ganado tanto aquí. Si tengo que elegir una pista y un horario sería aquí en el turno nocturno», ha dicho Djokovic tras su victoria.
Con numerosos miembros de la populosa comunidad serbia de Melbourne en las gradas, los espectadores se pusieron en pie para recibir al nueve veces campeón en esa pista antes de su partido ante el español Roberto Carballés. También ahí está la clave: el censo australiano de 2021 registró a un total de 95.000 serbios, por nacimiento o ascendencia, con ciudadanía australiana y el color de la pista central de Melbourne Park fue una evidencia de ello. Incluso había que añadir un condicionante más: el Open de Australia prohibió abuchear a Djokovic con amenazas de expulsar del torneo a todo aquél que lo hiciera.
A pesar de la magnitud de la situación, tanto por rival como por los ánimos hacia su contrincante, el granadino Carballés no se arrugó y obligó a Djokovic a sacar su mejor repertorio en unas dos primeras mangas que ofrecieron tenis de la más alta calidad. El español bajó los brazos por primera vez tras encajar una rotura en una segunda manga que supuso el 4-3 a favor del serbio, que cerraría la segunda manga por 6-4.
Las gradas se vaciaron considerablemente tras el final de un segundo set que anticipaba un final muy evidente y Djokovic configuró la opción crucero para apuntarse el parcial definitivo por un definitivo 6-0.