El gesto de Alcaraz con la mano a la oreja y con el que se reivindicó en la final de Wimbledon

Carlos Alcaraz es un competidor nato. Eso ya se sabía, pero lo ha vuelto a demostrar este domingo en la final de Wimbledon. Cuando peor estaban las cosas, el murciano sacó su mejor versión y reaccionó a lo grande para nivelar la final del grande inglés.

Después de perder 6-1 el primer parcial, Alcaraz sabía que tenía que ir a por Novak Djokovic para guardarse alguna opción de remontada. El segundo set se fue hasta el tie-break y Alcaraz se sobrepuso a un 3-0 en contra. Y cuando nadie creía en él, Carlitos se sacó una reacción de campeón, muy similar a las que protagonizó Rafa Nadal en el pasado.

El punto que le dio el segundo set fue épico. Con 7-6 en el marcador, Novak Djokovic servía para nivelar el marcador en la muerte súbita. Todo apuntaba a un saque directo por parte del tenista de Belgrado, pero Carlitos se estiró como un gato y se sacó de la manga un passing shot espectacular.

Más allá de nivelar el segundo set, lo mejor fue la monumental celebración del número uno del mundo. Carlitos miró fijamente a su banquillo, que saltó de alegría, y se llevó el dedo índice a la oreja en señal de reivindicación y diciendo que todavía quedaba mucho partido por delante. Toda una declaración de intenciones por parte del murciano.