La eterna pesadilla de Rafa Nadal: parecía dejar atrás las lesiones y solo ha disputado un torneo en 2024
El mejor tenista español de todos los tiempos está volviendo a tener una temporada complicada por culpa de los problemas físicos
Este es el dinero que han ganado Rafa Nadal y Carlos Alcaraz por participar en la exhibición de Netflix
Duele y mucho tener que volver a contar que Rafa Nadal no estará presente en el próximo torneo, esta vez se perderá Indian Wells. Este nuevo contratiempo hace que sea inevitable no pensar que la retirada del que posiblemente sea el mejor deportista español de todos los tiempos está cada vez más cerca. Ya son demasiadas veces en las que su físico no le respeta y muy seguidas.
Sus planes para 2024 no eran demasiado ambiciosos, únicamente quería ser competitivo, pero hasta la fecha su cuerpo no le está dejando disfrutar del tenis. Cada dos por tres llega una nueva lesión que le obliga a parar y, como ya explicó el año pasado, así es muy difícil seguir compitiendo. Sin ritmo y con constantes lesiones en diferentes partes del cuerpo que le obligan a empezar de cero constantemente.
Rafa Nadal decidió no jugar en 2023 –únicamente disputó dos torneos– con la idea de poder afrontar 2024, que en principio será su última temporada como profesional, sin lesiones y con la posibilidad de ser competitivo en sus eventos favoritos. No llegaba a este año con la idea de ganar, solo buscaba competir e ir partido a partido, sin pensar en si el final de su camino estaba cerca o no.
De hecho, tampoco descartaba seguir jugando más allá de esta temporada. El ganador de 22 Grand Slams deseaba salir a pista y volverse a sentir tenista, pues desde mediados de 2022 ha estado constantemente lesionado. Por desgracia, su cuerpo sigue sin darle tregua y 2024 está siendo la misma pesadilla que el pasado año. Nadal ansía jugar y cuando lo hace sigue a un alto nivel, pero lamentablemente apenas tiene continuidad.
Solo cuatro partidos este año
En lo que va de curso, Rafa solo ha disputado un torneo oficial, el ATP de Brisbane. Aquella vuelta a las canchas en Australia fue ilusionante y logró dos victorias de mucho mérito ante Thiem y Kubler. Todo se torció en su tercer partido, una dura batalla ante Thompson que terminó con derrota y nueva lesión, un microdesgarro en un músculo.
Al principio daba la sensación de que el balear se marchó de Australia por precaución, pero desde entonces no ha vuelto a jugar un partido oficial. Solamente se le ha visto en la exhibición del pasado domingo ante Carlos Alcaraz, donde ofreció un gran nivel, aunque no deja de ser un partido de menos exigencia. De hecho, el ex tenista y actual capitán español de Copa Davis, David Ferrer, comentó durante el choque que Nadal había sufrido «una pequeña contractura en la espalda» antes de llegar a Indian Wells. Otra vez algo que parece menor pero que lo termina dejando fuera de un torneo.
Todo esto lleva a preguntarse si el español seguirá teniendo paciencia y confiando en que en algún momento cambie la situación. Las lesiones han sido siempre parte de la carrera de Nadal y ha sabido lidiar con ellas como poca gente haría, pero ahora ya parecen demasiadas hasta para él. Sobre todo porque cuando resuelve un problema físico en seguida le llega uno nuevo.
Hay que recordar que hace unas semanas Nadal aseguró que dará a conocer antes de Roland Garros si se retira o no este año. Es por todos sabido que su gran deseo para esta temporada es poder estar listo para París, tanto para el Grand Slam como para los Juegos Olímpicos, y hasta ahí seguro que tendrá motivación para recuperarse e intentar jugar toda la gira de tierra batida –que empieza el 7 de abril–.
La cosa es saber si se ve con ganas de seguir en la competición o las lesiones de 2024 han sido un golpe demasiado duro para él. Su tenis sigue ahí y aun sin jugar apenas continúa siendo uno de los mejores jugadores del circuito, pero, como ya dijo a principios de 2023: «A nivel deportivo, el vaso se va llenando y puede haber un momento que el agua salga por fuera».
El peligro de que le ocurra lo de Federer
A sus 37 años es evidente que la carrera de Nadal está llegando a su fin. No obstante, si su cuerpo se lo permitiera a él le gustaría seguir, eso nunca lo ha negado. El problema está en que hacer eso podría provocar que le suceda como a Federer, disputar un partido y que sin saberlo sea su último, algo que nunca es agradable y menos para una leyenda.
Si hay algo que merece un campeón como Rafa es colgar la raqueta cuando él desee, pero hacerlo por todo lo alto, en una pista de tenis llena de aficionados y siendo competitivo hasta el final. Seguir sin poner una fecha final podría impedirle hacer eso, pero poner un último día le podría dejar con la duda de si todo el sufrimiento de los últimos años algún día le dará una gran recompensa y le permite jugar más tiempo, al fin y al cabo ese es su deseo. El tenis es su pasión.
Ese es el gran dilema que tendrá que afrontar junto a su equipo en estos días. El nivel de Rafa sigue siendo de otro planeta, pero el cuerpo cada vez le da menos treguas.