Alcaraz despierta a tiempo para frenar a su bestia negra y sellar el billete a semifinales

Sufrió Carlos Alcaraz como viene siendo habitual en este Wimbledon. El murciano no termina de encontrar su mejor nivel, pero lo cierto es que sigue avanzando rondas y ya está a tan solo dos pasitos de revalidar su corona. Estaba claro que en los cuartos de final no iban a ser fáciles y menos aún teniendo en cuenta que enfrente estaba Tommy Paul, una de sus bestias negras y a la que se ha impuesto por 5-7, 6-4, 6-2 y 6-2.

La victoria de Alcaraz tiene además un premio doble, pues se esperaba en semifinales a Jannik Sinner y ha caído en cuartos ante Daniil Medvedev. Esto, sin menospreciar al ruso, le allana el camino a la final, donde podría volver a enfrentarse a Novak Djokovic. El serbio ha despejado todo tipo de dudas sobre el estado de su rodilla y está volando sobre la hierba de Wimbledon. Sin duda, el hueso más duro de roer que queda en el cuadro.

Volviendo al partido, fue una dura batalla desde el inicio. Tommy Paul es de los pocos tenistas que sabe como jugar a Carlitos y su tenis se adapta perfectamente a ello. Comenzó el norteamericano rompiendo la bola y dominando con su derecha, aunque el murciano logró rápidamente un break que instantes después fue devuelto. Una declaración de intenciones de ambos, que iban con todo a por cada punto.

Así se fueron sucediendo los juegos de la primera manga, con el español más cerca de volver a romper el servicio de su rival, aunque Paul elevaba su nivel en cada pelota importante y se agarraba con todo a este primer set. Obtuvo su premio el vigente campeón de Queen's, y después de levantar tres pelotas que habría decantado la balanza en favor de Carlitos, logró convertir su primera bola de set y obligar al murciano a remontar.

Susto en el segundo set

Le tocaba nuevamente a Alcaraz levantar una situación adversa como ya hizo en la tercera ronda ante Tiafoe. Otra vez un norteamericano poniendo en apuros al español, que no está con la versión arrolladora que mostró en Wimbledon 2023, pero en cambio se le ve afrontar los momentos complicados con mucha más experiencia. Aun así, hubo otro susto y se vio break abajo (2-0) en la segunda manga.

Fue a partir de ahí cuando el pupilo de Juan Carlos Ferrero metió dos marchas más y el partido cambió radicalmente y Paul vio su tenis desactivado. El tenista de 27 años ya no tenía tanta facilidad para invertirse de derecha y dominar cada peloteo, empezó a fallar más y Carlitos tuvo menos problemas para echarle un metro por detrás de la línea de fondo y conectar ganadores tanto de derecha como con dejadas.

Esa reacción en el segundo set terminó con el partido. A partir de ahí todo fue coser y cantar para Alcaraz. Es cierto que la mayoría de juegos estaban competidos, pues su estilo de juego es similar, pero prácticamente todos empezaron a caer del lado del español, que es superior al americano y no le dio opciones de entrar nuevamente al partido.

Terminó Paul desesperado y con ganas de irse a la ducha cuanto antes. No se puede decir que no lo intentara todo para meterse en el encuentro, pero Alcaraz desplegó su mejor nivel en lo que va de torneo y llegó a recordar a la versión mostrada en 2023. Estaba en todos lados y le salía todo: passings, dejadas y bolas imposibles. Todo iba de cara para el murciano, que terminó disfrutando y gustándose en pista para aplastar a su rival en las dos últimas mangas por 6-2 y 6-2.

Licencia para pensar en el título

Este triunfo hace que Alcaraz pase con nota la gran prueba de fuego y ahora tenga un rival idóneo en semifinales, Medvedev. El ruso es uno de los tenistas que menos daño hace a Alcaraz por tipo de juego y, sin ir más lejos, el murciano ya le pasó por encima en la misma ronda el año pasado. Todo apunta a que desde ahora su camino para revalidar el título es idéntico al de la temporada pasada. Primero Daniil y luego Nole.