La Copa Davis busca arreglar el destrozo que dejó Piqué para recuperar el esplendor perdido
La competición lleva tiempo marchitándose y el principal problema es que las eliminatorias suelen coincidir con el final de otros torneos importantes, lo que hace que los grandes tenistas no quieran jugar
Jaime Alcaraz, el hermano menor de Carlos que aspira a convertir a su familia en una saga tenística
El actual formato de la Copa Davis, que fue ideado por Gerard Piqué en el 2018, ni gusta ni convence. Eso es evidente. Y está claro que hay un problema que se debe de solucionar cuanto antes. Esta prestigiosa competición ha perdido todo el esplendor que tenía en el pasado y se ha llegado a un punto en el que a los tenistas ya no les hace ilusión jugarla, por mucho que tengan la oportunidad o el privilegio, llámenlo como quieran, de representar a su país.
Este bajón se ha vuelto a notar en la fase de grupos. Para dar cabida a los 16 equipos que la juegan, la ITF ha recurrido a expandir las fronteras de esta prestigiosa competición. Pero está claro que eso no funciona. Resulta raro ver cómo algunos equipos juegan en Europa y, de repente, Estados Unidos, Chile, Alemania y Eslovaquia han tenido que viajar hasta China para disputar la fase de grupos.
A excepción de la Fonteta de San Luis en Valencia y el Unipol Arena de Bolonia, en los otros dos pabellones (AO Arena de Mánchester y Hengqin International Tennis Centre) han trascendido imágenes que no le vienen nada bien a la Copa Davis. Las gradas de los estadios estaban casi vacías y esto es una pena teniendo en cuenta de dónde se venía. Que si alguien no se acuerda, hace no mucho se formaban colas interminables por hacerse con una entrada y ver de cerca a algunos de los mejores tenistas del mundo.
El tema de los horarios ha sido el problema más recurrente en estas últimas ediciones. Las eliminatorias suelen empezar a las 16:00, pero lo que nunca se sabe es la hora a la que van a acabar. Ha habido casos en los que los partidos de dobles empezaban a las 00:00 y terminaban, como mínimo, a las 02:00 de la madrugada. Todo esto con el viejo formato no sucedía. Básicamente, porque las eliminatorias se estructuraban de tal manera de que duraran tres días y se jugaran cinco partidos, lo que invitaba a querer ir a los estadios a verlos.
Para que la Copa Davis vuelva a ser una competición puntera hay que cambiar cosas. Es algo urgente. Y en los pasillos se está empezando a barruntar modificaciones y para la edición del 2025 podrían llegar. La competición lleva tiempo marchitándose y el principal problema es que las eliminatorias suelen coincidir con el final de otros torneos importantes y, como es lógico y evidente, los tenistas prefieren descansar antes que acumular una semana más compitiendo al más alto nivel.
Lo que ya se sabe es que se va a mantener la fase final con sede única. Estos dos últimos años, la Davis se ha disputado en Málaga, pero parece que de cara al 2025 Valencia se va a llevar las finales de esta prestigiosa competición por el hecho de estar construyendo un nuevo pabellón (el Roig Arena) en el que albergar más partidos y no esperar a la conclusión de otros.
Los demás cambios se desconocen. Y en ese aspecto, David Ferrer comentó que más pronto que tarde se van a conocer esas modificaciones con las que la Copa Davis espera volver a ser esa competición que hacía ilusión jugar. Porque cabe recordar que este es un torneo que tiene 124 años de historia y es una pena que una persona como Piqué, que no tiene ningún tipo de relación con el mundo del tenis, haya decidido estropear una competición como esta.
Nadal y Alcaraz en la final de Málaga
De cara a las finales que se disputan en Málaga, Feliciano López (director de las mismas) confía en volver a ver a Rafa Nadal y a Carlos Alcaraz juntos representando a España. Sería un impulso mediático tremendo para la competición y, sobre todo, para la afición española que quiera comprar entradas.
«Que haya países con tradición tenística ayuda a que sea un éxito porque queremos ver la grada llena. El hecho de que España esté y de que esté Alcaraz… y quién sabe si a Rafa le da por aparecer por ahí, sería el sueño de cualquier aficionado al tenis y por supuesto del capitán y de toda la gente», comentó Feliciano.
Eso es lo que tiene que hacer la organización de la Copa Davis. Buscar alicientes y mejorar cosas que hagan que el torneo vuelva a recuperar el esplendor del pasado. Es necesario. Por el bien del tenis y por el bien de la competición.