Djokovic vence a Nadal en un duelo con la esencia de siempre y que cierra una rivalidad histórica

Rafa Nadal y Novak Djokovic van más allá del deporte. Dos hombres que han forjado una rivalidad –la más longeva del tenis– que no ha dejado indiferente a nadie. 60 partidos (con el de hoy 61 pero no cuenta para estadísticas) en los que han batallado a cara de perro y sobre todo dejando lecciones de no rendirse nunca y de intentarlo todo para alcanzar el objetivo.

Sonrisas y lágrimas prácticamente a partes iguales (31-29 para Djokovic) es lo que deja una historia en la que ambos se han hecho mejores y se han obligado a exigirse el máximo una y otra vez. El de este sábado ha sido la única excepción, pero el resultado fue lo de menos. Ganó Nole por 6-2 y 7-6(5), como era de esperar, pero lo importante fue que la batalla no perdió su esencia. Peloteos largos, puntos imposibles y mucho nivel de tenis.

Se nota que Nadal conoce muy bien a Djokovic, pues nada tuvo que ver el duelo de hoy al que tuvo el jueves con Alcaraz. En el partido ante el murciano, Rafa fue un espectador más. No tenía manera de responder al ritmo de bola que le metía Carlitos y eso que dio la sensación de que no jugó a su 100 %, pues no hizo dejadas, no celebró los puntos y se limitó a jugar serio y acabar por la vía rápida.

En el choque con Nole se vio más tenis. Peloteos más largos, mejor de derecha y atreviéndose con el revés cortado y la dejada. Djokovic no tuvo ni mucho menos un paseo, sobre todo en la segunda manga, donde al balear le falto algo de ritmo para poder llevársela.

De hecho, Nadal sacó a final del partido su mejor nivel y a punto estuvo de darle un susto a Djokovic. Sacó Nole para ganar y tuvo un match point, pero Rafa hizo sus famosas Nadaladas para mantenerse en el partido y forzar el tie-break, donde pudo pasar de todo, pero el saque del serbio fue decisivo.

Posible último partido de invididuales

El partido de hoy ha sido, salvo que Nadal reconsidere la retirada, el último capítulo de esta histórica rivalidad. Además, también ha podido ser su último partido en individuales, tal y como ha confirmado Carlos Moyá, su entrenador. En Copa Davis no está del todo claro que Rafa vaya a ser de la partida en alguno de los partidos de singles y quizás Ferrer lo reserve para el dobles. Todavía queda un mes y Nadal va a prepararse. A finales de noviembre saldremos de dudas.