La polémica del Masters 1000 de París: la pista que perjudicó a Alcaraz y benefició a los tenistas franceses
La organización del torneo parisino decidió modificar el CPI (Court Pace Index) con el único objetivo de conseguir que sus tenistas llegaran a las rondas finales, algo que no se conseguía desde 2008
La irregularidad de Carlos Alcaraz genera dudas: ¿tiene opciones de ser un número 1 longevo?
El Masters 1000 de París-Bercy que acaba de terminar ha tenido de todo y se ha caracterizado por ser uno de los torneos más polémicos que se recuerdan en el mundo del tenis en los últimos años por varios factores que han llevado a los jugadores a quejarse públicamente.
La principal queja tuvo que ver con la tremenda velocidad de las pistas indoor. Para esta edición, la organización del torneo parisino decidió modificar el CPI (Court Pace Index), la métrica que valora la rapidez de las pistas, con el único objetivo de perjudicar a todos aquellos tenistas que no se sienten cómodos jugando en esta superficie y para favorecer a los tenistas franceses, los cuales siempre se han sentido cómodos en este tipo de torneos.
Por poner en contexto esta polémica, sólo hay que ver que para la presente edición, la de 2024 que ganó el alemán Alexander Zverev, el CPI pasó de los 40,4 a 45,5. ¿Qué quiere decir esto? Es muy sencillo de explicar. Si este índice supera la cifra de 45, la pista pasa a ser rápida y si a eso se le suma lo de jugar con el techo cerrado, resulta muy difícil controlar la bola y esto no hace más que perjudicar a los tenistas que están más hechos a jugar en otro tipo de superficies más lentas.
La pista indoor del Masters 1000 de París-Bercy ha sido la más rápida del circuito en los últimos siete años y esta decisión contrasta mucho con lo que se dijo en el 2018, año en el que la ATP anunció que se iba a bajar el CPI de todas las pistas rápidas del circuito. Lo que está claro es que la organización del torneo galo ha modificado la velocidad para favorecer a los jugadores franceses.
Sólo hay que ver como Ugo Humbert, un tenista que por lo general no llega a las rondas finales de los Masters 1000, quedó subcampeón del torneo. Al francés le beneficia la superficie indoor y esta pasada semana ha firmado uno de sus mejores actuaciones en un torneo de este calibre e importancia.
¿El motivo? Hacía mucho tiempo que un jugador francés no llegaba a la final de este torneo. Para encontrar al último tenista galo en el partido definitivo del Masters 1000 de París-Bercy hay que retroceder hasta el 2008, año en el que Jo Wilfried-Tsonga venció al argentino David Nalbandian en la gran final. Desde entonces, no se volvió a ver a un jugador francés levantar el título en la capital gala.
Vaya por delante que modificar el CPI es algo legal y que las pistas cumplen con las normas que marca la ATP, pero que el Masters de París haya incrementado en más de cinco puntos este coeficiente es algo que deja muchas dudas y que da que pensar. Y que se haya hecho única y exclusivamente para beneficiar a Humbert, el actual número uno francés, no es casualidad.
Otro factor muy a tener en cuenta es el poder que tiene la federación francesa dentro del mundo del tenis. Además de organizar el Masters 1000 de París, Roland Garros también pertenece al ente federativo galo y esto es clave para entender por qué se dan tantas invitaciones (wildcards en inglés) a los tenistas franceses. Los organizadores quieren que los jugadores de su país lleguen lejos en los torneos. Lo mismo sucede con la USTA (federación estadounidense) en el US Open y los Masters 1000 de Indian Wells, Miami y Cincinnati.
En resumen, la polémica sobre el CPI ha vuelto a aparecer en la ATP y este es el motivo por el cual Carlos Alcaraz no pudo pasar de octavos de final en el Masters 1000 de París. Se modificó este coeficiente para perjudicar a los tenistas que están incómodos en superficie indoor y favorecer a los jugadores franceses, que llevaban años sin llegar lejos en este torneo.