Aceite, carne, luz, gasóleo... Los productos por los que pagamos hasta un 25 % más que hace un año

El aceite de oliva, los huevos, la carne, el gasóleo, la luz o el pescado. Estos son algunos de los productos de consumo básicos en el día a día de los españoles que han incrementado su precio en el último año. La inflación, que creció un 2 % el pasado octubre, ya registra un aumento interanual del 5,5 % -su nivel más alto en 29 años-, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), afectando al poder adquisitivo de los ciudadanos.

Al desglosar las variaciones en el precio por grupos de bienes y servicios observamos que los alimentos y las bebidas no alcohólicas cuestan un 1,6 % más que hace un año.

El aceite de oliva, alimento básico en la dieta mediterránea, es el que registra un mayor incremento en su precio, al elevarse un 25,6 % en septiembre de este año respecto al mismo mes de 2020.

También crece en productos como la carne de oveja y cabra (+4,3 %), de ave (+2,1 %) y de vacuno (+1,2 %), además de los huevos (+4,1 %), la fruta fresca (+2,6 %), el pescado (+1,6 %), la leche entera (+1,6 %) o el café (+0,5 %).

Las escasas caídas en el precio de los alimentos se producen en los yogures (-0,5 %),  las legumbres y hortalizas (-0,6 %) –a excepción de las patatas, que suben un 0,4 %–, el azúcar (-1,9%) o los frutos secos (-2,9 %). 

La luz y los combustibles, disparados

Los dos grupos que registraron mayores incrementos interanuales en septiembre fueron el que engloba el precio de la vivienda, del agua, de las fuentes de energía y otros combustibles (+14,5 %) y el del transporte (+9,8 %). 

El megavatio hora de electricidad en el mercado mayorista cerró el mes de octubre con un precio medio de 204,09 euros, el más alto de la historia. El precio de este martes se situará en los 178,45 euros, frente a los 34,64 euros que costaba el mismo día del pasado año, un 415,16 % más.

Por otro lado, el precio de los combustibles sube de manera ininterrumpida en España desde hace un año. El precio del litro de gasóleo fue un 36 % superior este lunes (1,388 euros) que el de hace un año (1,02), según el portal Diésel o gasolina. La gasolina sin plomo 95 (1,517 euros/litro) y sin plomo 98 (1,67) también han crecido un 31,8 % y un 28 % respectivamente en este periodo.

Además, el precio de referencia del gas alcanzó el pico de 145 euros por megavatio hora el pasado seis de octubre, según datos del Mercado Ibérico del Gas (Mibgas), ante la escasez de reservas en los países europeos y sus problemas de suministro por la dependencia de potencias como Rusia.

Las autoridades de Argelia, principal país exportador de este recurso energético a España, garantizaron al Gobierno el abastecimiento de gas y se comprometieron a elevarlo ante un posible aumento de demanda tras el cierre del gasoducto Magreb-Europa a finales de octubre. Así, su precio se ha moderado en las últimas semanas y este lunes se situaba en los 73,47 euros.

Subidas en turismo, automoción y papel

Entre los productos no alimentarios ni energéticos destacan las subidas en partidas asociadas al sector turístico. El precio del alojamiento en hoteles, hostales y otros servicios similares registró un aumento interanual del 10,8 % en septiembre, a la par que el de centros de vacaciones, campings o albergues juveniles se elevó un 1,7 %.

El transporte de pasajeros en autobús también creció un 0,8%. Como contrapunto, el precio de los vuelos internacionales (-1,7 %) y nacionales (-2,7 %) se encontró entre los que más se redujeron. Otros descensos destacables fueron los de los productos farmacéuticos (-0,5 %) y de limpieza y mantenimiento (-0,8 %).

Las bicicletas (+7,6 %), las entradas a museos (+7,1 %), los periódicos diarios (+4,9 %) –un sector que sufre la subida del precio del papel– o el sector de la automoción, tanto en los automóviles (+3,2 %) como en las motocicletas (+2,6 %), experimentaron incrementos significativos.

Menos poder adquisitivo

La inflación, además de afectar a la competitividad de las empresas y productos españoles, genera una merma en el poder adquisitivo de los ciudadanos si el incremento de los precios de los bienes de consumo no se traduce en un aumento proporcional de sus salarios.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) se utiliza como indicador para calcular la revisión salarial anual de aquellos trabajadores que cuentan con un sueldo inferior al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y que están dentro de un convenio colectivo que contempla esta actualización. 

En el resto de los casos, las compañías no están obligadas a subir los salarios de manera proporcional al crecimiento del precio de los bienes y servicios de consumo.

Los datos de negociación colectiva del Ministerio de Trabajo y Economía Social revelan que los salarios pactados en convenio subieron de media este año un 1,46 % –a fecha de septiembre–, 1,64 puntos porcentuales por debajo del 3,1 % que ha subido el IPC en lo que llevamos de año.