Sin premios
Los motivos del 'gran colapso' con el que los loteros amenazan la Lotería de Navidad
Hay una propuesta no oficial que propone subir el precio de las apuestas
«Para pagar los 900 euros de alquiler de mi local tengo que vender 16.720 euros en Primitiva, 23.000 euros en Lotería de Navidad, es decir, 1.150 décimos». Lo dice Jorge Guisado al teléfono mientras sufre el atasco de la M40 de vuelta a la casa. Regenta la Administración Número 2 de Coslada desde 2016. Se hizo cargo de un traspaso y ahora gestiona el negocio con un trabajador al que tuvo que contratar. Más gastos a los que sumar el alquiler del local, los suministros habituales, la cuota de autónomos, los dispositivos informáticos, la publicidad, el gestor por el que vende online y los paseos nocturnos cuando cierra el negocio para llevar décimos a los clientes habituales.
Licencias
Lo primero que necesita un lotero para vender la suerte de Loterías y Apuestas del Estado es un permiso del Estado. Como los taxistas, las farmacias o los estancos. Es un negocio regulado por la Administración que ya no concede nuevas licencias. Antes eran franquicias y desde 2010 se liberalizó el mercado y se permitió la compraventa.
El precio puede variar en función de varios factores. Jorge aclara que ese precio va «en función de las comisiones anuales y suele ser cuatro veces la facturación anual de esa administración» pero hay que diferenciar «las administraciones integrales y las mixtas. Mi negocio es integral y somos 4.500 en toda España. El resto son complementarias a negocios como bares o estancos». Ese tipo de licencias todavía se conceden en localidades pequeñas.
Ventas
Los beneficios de una administración de lotería llegan por las comisiones con la venta y el cobro de los premios. Sobre la lotería de jueves a sábado ganan un 6 % de las ventas y sobre los juegos activos un 5,5 %. En el caso de la Lotería de Navidad se llevan una comisión de un 4 %, es decir, 0,80 euros por cada décimo que venden.
Si la gente tiene un presupuesto de 20 euros semanales y le suben la apuesta y llega a 23, ellos se van a seguir gastando 20 euros
«El contrato mercantil que tenemos con Loterías y Apuestas del Estado es fijo y tiene las mismas comisiones desde 2004. El resto es para el estado. Nosotros con esa comisión pagamos todos nuestros gastos», puntualiza Jorge y añade que «es la empresa del Estado que más gana».
Premios
Por dar premios también se llevan una comisión. Cada año nuevo su contador se pone a cero y «por cada 250.000 euros que pague en premios gano el 2,5 %, en adelante cobramos el 1,2 % y liquidamos semanalmente la recaudación», explica Jorge.
La Administración 2 de Coslada sí que cuadra sus cuentas, Jorge lo sabía cuándo decidió hacerse cargo del traspaso por más de 400.000 euros, pero sabe que otras tienen problemas porque la caída de ventas ha bajado y las comisiones se mantienen. «Un negocio que pague 50.000 euros en premios, no llega», comenta.
En la manifestación del pasado 22 de septiembre a la que acudió pese a la lluvia que caía en las calles de Madrid pudo hablar con otros loteros y comprobar algo que ya sabía «para conseguir un beneficio importante tienes que vender mucho, mucho. Si en la publicidad que hay por estas fechas solo aparece doña Manolita, al final ganan ellos».
Solución
La propuesta que han lanzado los loteros a los medios con los cierres que podrían hacer después del sorteo de Navidad es «patronal, no de los trabajadores; lo que han hecho ha sido sondear por la prensa a las partes y venderles que vamos a secuestrar el dinero de los clientes».
Jorge Guisado comenta que lo que se ha ofrecido «es subir el precio de las apuestas, pero no tienen en cuenta que la gente tiene un presupuesto de, por ejemplo, 20 euros semanales y si le suben la apuesta y llega a 23 ellos se van a seguir gastando 20 euros».
Las voces que se escuchan desde las manifestaciones enfadan a Jorge. Para él no se puede decir públicamente que la cuota de autónomos es un impuesto y quejarse de eso «es tu Seguridad Social, tu paro, tu jubilación… el autónomo en España no se cree que es una empresa y somos empresarios pequeños y tenemos que pensar como empresarios».