En el anterior artículo sobre el número de empresas constituidas en España vimos que la cifra neta ascendió a 58.533 empresas nuevas a lo largo de 2021. En este artículo vamos a revisar que provincias y que comunidades autónomas crean más empresas y, por lo tanto, más riqueza en el país y como siempre sacamos los datos de BormeOnline, empresa especializada en este tipo de informes. Al escribir este artículo sé que, de nuevo, voy a ser tachado de centralista, anti catalanista y antisocialista, pero lo primero que quiero poner encima de la mesa es que los números yo no me los invento y son lo que son, les gusten a los partidos políticos gobernantes o no y las conclusiones que saco son en base a razonamiento sobre los números. Se me podrá criticar por mis razonamientos, pero nunca porque manipulo los números. En este cuadro podemos ver que Madrid es la provincia que más empresas ha creado en 2021 y equivale al 23 % del total de las empresas creadas en España, pero sorprende más comprobar que crea un 59 % más empresas que Barcelona, la ciudad que en lugar de mirar al mar cómo ha mirado siempre para crecer y exportar sus productos manufacturados, mira al centro desde que empezó a acomplejarse y cada vez que lo hace le gusta menos lo que ve. Sorprende ver también cómo Málaga ha sobrepasado a Valencia y crea un 20 % más de empresas de la que teóricamente era la tercera capital de provincia pocos años atrás, pero además Valencia deberá trabajar para que Sevilla no la sobrepase, incluso Alicante está en disposición de pelear por desbancar a la capital de la Comunidad. Otra de las grandes sorpresas que encontramos es que Vizcaya, la gran provincia industrial del Norte de España y embrión de la Revolución Industrial en España, en 2021 ocupa la posición número 32 detrás incluso de Cantabria. Y por último en este análisis provincial es impactante que Guipúzcoa haya destruido más empresas que las que ha creado, lo mismo que Huesca que se coloca la última de la fila. Aunque el análisis provincial ya nos acerca a los resultados autonómicos, es necesario ver los números para poder entender mejor lo que sucede. Ya veíamos que Madrid podía ser la primera Comunidad en crear empresas, como así ha sido, pero con Andalucía prácticamente igualando los números, esta comunidad ha conseguido meter 6 provincias entre las 15 primeras en crear empresas y si continúa con ese ritmo, está claro que puede llegar a superar en cualquier momento a la Comunidad de Madrid igual que ha superado a Cataluña, creando en 2021 un 24 % más de empresas. La Comunidad Valenciana ocupa el cuarto lugar y lo que deja totalmente sorprendido es que el País Vasco se va a la posición número 15, superada por Extremadura, Asturias, Navarra y Cantabria. Otra sorpresa la da Aragón que queda como la última de las comunidades no provinciales con solo una creación de 302 empresas en un año. Estos son los números y, por lo tanto, los hechos y por los que podemos conocer a nuestros gobernantes y hasta aquí solo la realidad, partir de aquí la opinión: 1) Cataluña necesita un cambio de gobierno clarísimo si quiere volver a ser la que era y si a eso añadimos el desgobierno de Barcelona tenemos los efectos multiplicativos, que Barcelona crea un 59% menos de empresas que Madrid y que Cataluña ha sido sobrepasada por Andalucía. Para volver a la senda de lo que era, necesita de políticos que se centren en hacerla grande y no independiente. 2) País Vasco, podrá mantener políticamente los privilegios que tiene mientras nuestros políticos se avengan a negociar prebendas de forma permanente, pero si continúa con la deriva de olvidarse de la creación de empresas dentro de unos años no le saldrán los números y empezarán a mirar a Madrid con la famosa frase que será dicha en euskera de «Madrid nos roba», pero los que habrán robado la riqueza del pueblo vasco serán sus dirigentes actuales que están corroyendo los pilares de la economía vasca. 3) El Gobierno socialista de la Comunidad Valenciana, tendrá que decidir hacia donde quiere mirar si hacia Aragón, que ya es la última de las comunidades no uniprovinciales, o si quiere mirar hacia Andalucía, que se está transformando en la nueva Cataluña, con la ventaja de que esto puede producir una alegría y un optimismo que lleve a otros inversores a pensar en Andalucía cómo el nuevo «Dorado» . 4) Y Madrid tiene que seguir atrayendo a nuevos inversores, se dejó pasar la oportunidad del Brexit y traer grandes multinacionales a posicionarse en Madrid, pero el atractivo fiscal que ese está creando, el optimismo que rezuma la comunidad y la capacidad de estar pensando en desarrollar, crear y gestionar el crecimiento van a hacer sin duda de Madrid la envidia de todos aquellos que solo hablan pero no trabajan. En definitiva, si hoy hay que apostar por donde invertir para crear empresas, trabajo y, por lo tanto, riqueza, no hay que dudarlo o en Madrid o en Andalucía, que es lo mismo que decir que no hay que invertir en Cataluña ni en el País Vasco y que hay que pensarlo dos veces con la Comunidad Valenciana, al menos mientras no cambien su tendencia.