El equipo económico del PP avisa de que estamos en una crisis menos pasajera de lo que parece

El equipo económico del PP se reunió ayer con la prensa para explicar sus principales apuestas económicas y dar su punto de vista sobre la situación actual de la economía española. Capitaneados por el presidente del partido, Pablo Casado, los portavoces fueron Elvira Rodríguez (vicesecretaria sectorial), Daniel Lacalle (responsable económico), Mario Garcés (portavoz adjunto Grupo Parlamentario Popular), José Vicente Marí (portavoz comisión Presupuestos) y Miguel Ángel Castellón (portavoz de Economía). El economista José María Rotellar, asesor económico personal externo de Pablo Casado, también estuvo presente.

El grueso de sus propuestas se basa en las cincuenta reformas que el partido recordó en su reciente convención anual. Entre ellas destacan la bajada de impuestos, la mochila austriaca (fondo individual para cada trabajador que sustituye a la indemnización por despido), el nuevo Plan Hidrológico Nacional, la digitalización, medidas para fomentar la natalidad, para fortalecer las instituciones, reforzar la imparcialidad de los reguladores y otras iniciativas para impulsar la competitividad.

Además de la nueva línea económica que proponen, más basada en la sociedad civil que en el Estado, han denunciado los aspectos de la actualidad que en su opinión no favorecen a España y los españoles. 

Partimos de una mala base

El equipo económico avisa de que estamos en una crisis menos pasajera de lo que parece y que no nos la van a arreglar desde fuera, por muchos fondos europeos que recibamos. «España ha sido el país que más riqueza ha perdido de Europa», señalan, y aunque «ha habido rebote, las previsiones nos lo han blanqueado de manera poco adecuada». «Atribuir nuestra mayor caída al turismo es una falacia. Grecia y Portugal tienen una exposición mayor a este sector y se están recuperando más rápido», afirman. 

Las previsiones del Gobierno estaban «tan poco acompasadas con la realidad que no servían para nada. El cuadro macro ha servido tradicionalmente para lanzar un mensaje económico al país y a los inversores internacionales», pero con los errores que se han ido produciendo, estamos perdiendo credibilidad.

La política económica poco acertada del Gobierno se refleja en que «otros países se están recuperando de manera más fuerte y dinámica que nosotros, y nos estamos separando de ellos».

Junto a los hechos ya conocidos y ampliamente comentados (subida de impuestos en España frente a la bajada registrada en la mayoría de los países, falta de eficacia en las ayudas directas a las empresas en nuestro país frente a la eficacia registrada en otros países), en el PP preocupan otros dos indicadores adelantados: los malos datos de confianza empresarial (ha caído 2,5 puntos en enero) y de sentimiento económico. «Posiblemente la gestión inadecuada de los fondos europeos tiene mucho que ver con ello», indican. La economía tiene mucho de psicología, y en el PP aseguran que «se está empezando a conocer que grandes inversores internacionales están descartando sus inversiones en España por sus mayores trabas y porque los empresarios parecen los malos de la película». Los impuestos y los escollos a la creación de empleo no ayudan. Afirman que la inversión extranjera en España debería ser mucho mayor.

Empleo

El equipo económico mantiene que «el empleo no se ha comportado mal con la reforma del PP». Aun así, estiman que el Gobierno no puede «sacar pecho», entre otros motivos porque el crecimiento se basa mayoritariamente en empleo público, menos productivo que el privado. «No nos gusta el papel creciente de los sindicatos en los convenios colectivos. No sería adecuado que se perdiera flexibilidad en las empresas. El mundo ha cambiado, y la flexibilidad hoy es fundamental», indican. «No creemos que esta reforma laboral vaya a servir para crear empleo. Se han cambiado pocas cosas, pero no estamos de acuerdo con las que se han introducido», añaden. «Lo que hay que arreglar es nuestra vinculación con los servicios, por la que se destruye más empleo, y mejorar la productividad. Por otro lado, hay actividades a las que no molesta el empleo temporal».

Les preocupan las casi 61.000 empresas perdidas en España en 2021, y obviamente el paro: 14,1 % en España frente a la media del 6,5 % en la UE; en el paro juvenil, 29,2 % vs 15,4 %.

Sobre la inflación, recuerdan que es alta en todos los países, pero «en el nuestro es más alta». En este sentido lamentan la renuncia «radical» de la ministra Ribera a la energía nuclear. Podría abaratar el coste y mejorar nuestra autonomía energética, y «hasta la medioambientalmente perfecta Holanda acaba de anunciar la construcción de dos nuevos reactores nucleares». Afirman que la situación en Ucrania va a pasarnos factura.

Reforma fiscal

El déficit estructural aumenta, la deuda también, y en este contexto el Gobierno propone hacer una reforma fiscal en la que se subirán los impuestos con la intención de recaudar más. El PP apuesta por la receta contraria: bajar impuestos para ingresar más. Afirman que ya lo han demostrado en Madrid y Andalucía. 

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, trabaja en la reforma fiscal con un grupo de expertos que se están marchando, recuerda el PP. Sobre los que permanecen, estiman que «tanta unión entre Hacienda y los expertos puede llevar a que la independencia para planear la reforma no sea tanta».

Lamenta el PP que nos hayan subido los impuestos en plena crisis, y que la no deflactación del IRPF suponga una subida de impuestos encubierta que se suma al aumento de la inflación: el Gobierno recauda más y los ciudadanos nos volvemos más pobres. «No se puede hablar de ingresos récord cuando tenemos el mayor déficit estructural de Europa». Señalan que Hacienda anuncia una recaudación histórica pero no dará datos hasta marzo.

Sobre la autonomía financiera de Madrid indican que la cesión de la recaudación a las autonomías ya se realizó hace tiempo. Recuperarla tendría que deberse a algo muy grave, y ya hay sentencias del Tribunal Constitucional contrarias a esta línea.

En cuanto al gasto estructural creciente, recuerdan que luego es «muy difícil de levantar». Sobre la deuda advierten de que cuando el BCE deje de comprar, el mercado nos cobrará más por ella.

En el PP son más partidarios de medidas que «rebajen los costes de las empresas, que siguen teniendo muchos problemas». Además de las bajadas de impuestos, solicitan en esta línea una reforma energética inmediata porque muchas empresas pequeñas y medianas no pueden soportar la subida del precio de la luz. 

Sobre la deuda, indican que en 2020 creció en 122.000 millones y en 2021 en 114.000 hasta noviembre, mientras que el PIB se ha reducido en 50.000 millones en este periodo. Inciden en que hay mucho gasto superfluo y subvención nominativa que reducir. Estiman en 30.000 millones la reducción de gastos superfluos y duplicidades. Nuestro déficit estructural en 2023 será de más de 52.000 millones en 2023, el mayor de la UE. Habrá que reducirlo todo lo rápido que se pueda, pero llevará un tiempo. «La Airef presentó un informe en 2015 firmado por José Luis Escrivá en el que decía que, si el gasto no hubiera sido tan elevado entre 2003 y 2008, no habría que haber hecho después un ajuste tan fuerte ni la deuda habría sido tan elevada». Si el PP llega al poder, creen que lo primero que tendrán que hacer es ir a la UE y decir que, si se ha permitido vía libre de gasto durante tres años, no puede reducirse todo de inmediato.

Fondos europeos

Sobre los fondos europeos, afirman que ya se ha perdido un año (la ejecución en este ejercicio ha sido mínima). Inciden en el «retraso injustificado de los grandes proyectos tractores, como el del vehículo eléctrico y conectado». Ha pasado un año desde que se anunció. «En el decreto ley no se regulan de manera objetiva y ponderada los criterios de selección», indican. 

Por otro lado, les parecen «significativos» los nueve millones de fondos europeos destinados a regiones afines (País Vasco, Extremadura, Valencia y País Vasco) o los 525 millones dirigidos a grandes compañías para puntos de recarga eléctrico sin control previo. Estiman que «haríamos un flaco favor si no denunciáramos» lo que estiman como un mal uso de los fondos. «No hemos conseguido conocer el desglose de 10.000 millones de fondos, por ejemplo», indican. «¿Por qué hay ayudas tan directas, se presentan convocatorias con tan poco tiempo para optar a ellas...?». La opacidad en la aplicación se ha reflejado también en las quejas de la Airef, afirman. «Es importante saber en qué se gasta el dinero. ¿Hasta qué punto va a llegar Europa para ver si las reformas son efectivas?», se preguntan, en referencia a la pregunta reciente a Valdis Dombrovskis. El vicepresidente de la Comisión Europea respondió que España sigue bien los reglamentos, pero no aclaró hasta qué punto van a profundizar.

También denuncian lo que consideran un uso inapropiado de los fondos, como los 4 millones de euros utilizados para publicitar el ingreso mínimo vital y las pensiones. «Hay fallos en los procedimientos, cosas que valen para unas comunidades autónomas y para otras no, proyectos muy particulares...». Insisten en lo oportuno que hubiera sido crear una agencia independiente para gestionar los fondos. Estiman además que es imposible que se ejecuten los fondos con los ritmos que se ha impuesto el Gobierno.

Aseguran que Europa ya nos está apoyando mucho, no solo con los fondos. Nos está pagando la factura con los tipos de interés negativos y la compra del 100 % de nuestra deuda. 

Condonación de la deuda, SMI y reglas fiscales

La deuda creciente ha llevado a algunos partidos como Podemos a sugerir que la deuda puede condonarse. «Es inconstitucional en la UE. No se puede condonar», afirman.

En cuanto al salario mínimo, afirman que ya ha generado inconvenientes, porque no se puede fijar de acuerdo con la media y porque depende del sector: «En el sector primario y en la atención doméstica ya ha generado problemas». 

En el partido están de acuerdo con el restablecimiento a los países de las reglas fiscales europeas (límite de deuda del 60 % sobre el PIB y 2 % de déficit tope): «Cuando las finanzas están ordenadas, vivimos mejor y podemos abordar una emergencia cuando surge. También puedes elegir tus políticas, y que no te las impongan».