Las secuelas del asalto a la valla de Ceuta: todos los hombres extranjeros están en paro según el INE

El paro en la ciudad autónoma de Ceuta es históricamente uno de los más altos de España, pero los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística, del último trimestre de 2021, tras la entrada masiva desde Marruecos el pasado mayo, arrojan un resultado sorprendente: todos los hombres extranjeros que viven en la ciudad están en paro.

Así consta en las cifras de la última Encuesta de Población Activa (EPA), que arroja un 100 % de parados entre este grupo. En el caso de las mujeres foráneas, el dato tampoco es menor: un 62,23 %.

¿A qué se deben estos datos? Desde el INE explican a este periódico que «es un problema de escasez de muestra». El organismo público detalla que «se trata de estimaciones anómalas derivadas de un desglose muy detallado para la muestra y la población de estas ciudades, pero que se ha optado por mantener para ofrecer la tabla completa por comunidades autónomas, en la idea de que los usuarios prefieren tener toda la información para poder interpretarla mejor».

Sin embargo, esto no explica por qué el paro de los varones extranjeros de 16 años de edad en adelante es casi un 40 % superior al de las mujeres, y muy inferior al de los varones españoles de Ceuta, que está en torno al 19 %. Tampoco por qué el paro de este grupo de población estaba en el 67 % antes de la entrada masiva de inmigrantes desde Marruecos y el trimestre siguiente ya estaba por encima del 90 %.

Preguntados por el tamaño de la muestra utilizada para Ceuta, el INE nos remite a la metodología de la EPA. Esta dice que la muestra total para España está constituida por 3.822 secciones censales, que representan unas 65.000 viviendas y 160.000 personas.

Con la misma muestra, el paro de los varones extranjeros en Melilla es de solo el 3 %

Extrapolando los datos concretos de Ceuta del informe técnico sobre el diseño de la EPA, en Ceuta hay 260 viviendas investigadas –las mismas que en Melilla–, lo que, haciendo una regla de tres arrojaría un resultado de unas 640 personas encuestadas en total.

La laguna de este apunte es que en Melilla no sucede lo mismo que en Ceuta. Con igual número de entrevistados, el paro entre los varones extranjeros se situó en apenas el 3 % durante el último trimestre en la otra ciudad española en el norte de África.

La EPA incluye el empleo 'en negro' y a los 'sinpapeles'

La población de Ceuta, según el INE, es de 83.517, de los cuales 4.439 personas son extranjeras, según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. No obstante, los datos censales no son del todo útiles en el caso de la EPA, que mide también la economía sumergida y la inmigración ilegal.

Como especifican desde el INE, a preguntas de El Debate, en el cuestionario de la EPA «no hay una pregunta específica sobre si los entrevistados disponen o no de autorización de estancia o residencia en vigor».

Con los datos encima de la mesa, todo parece indicar que el aumento del paro ha sido debido al incremento de la población inmigrante en situación irregular –principalmente marroquíes, aunque también subsaharianos– que entró en masa el año pasado tras la acogida al líder saharaui del Frente Polisario, Brahim Ghali.

Manuel Gestal, director de Cáritas Diocesana de Ceuta, vivió en persona el asalto a la valla fronteriza por parte de miles de personas –no hay cifra oficial, pero se calcula que en torno a unas 10.000, la inmensa mayoría hombres–, empujadas por una serie de noticias falsas y bulos en redes sociales que aseguraban que la frontera estaba abierta. Entre ellas, muchos menores de edad no acompañados; los conocidos como menas.

Casi un año después de la avalancha migratoria, poco parece haber cambiado. «La situación de la ciudad es la misma, muchos de los inmigrantes mayores de edad que llegaron en mayo se volvieron a ir a Marruecos por su propia voluntad y otros muchos, mas de 1.500, han pasado a la Península», explica Gestal.

La escasa formación y también el problema del idioma de estas personas puede ser un gran hándicap a la hora de acceder a empleosManuel Gestal, director de Cáritas Diocesana de Ceuta

Preguntado por el dato del paro, Gestal explica a este diario que cree que es tan elevado por «la escasa formación y también por el problema del idioma de estas personas, que puede ser un gran hándicap a la hora de acceder a empleos». «Por ello se terminan conformando con empleos precarios y con algunas irregularidades donde se incluye la economía sumergida», añade.

El problema de los menas

La semana pasada, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Ceuta condenaba en dos sentencias a la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma a «adoptar las medidas necesarias» para conseguir «el retorno de los menores de edad –no acompañados– que fueron efectivamente repatriados» a mediados del pasado mes de agosto a Marruecos con la aplicación de un acuerdo entre Madrid y Rabat al margen de la legislación española.

Decisiones judiciales que podrían agravar la situación de la ciudad que ha visto cómo aumentaba su población real de manera notable de la noche a la mañana.

«El problema sigue existiendo con los menores que quedaron aquí atrapados, cuya tutela es del Gobierno y tienen que estar aquí hasta cumplir la mayoría de edad, para ello se han habilitado varios centros y lugares para su acogida y para cubrir sus necesidades de la mejor forma posible», explica el responsable de Cáritas en Ceuta.

Este diario se ha puesto en contacto con la Consejería de Servicios Sociales de la ciudad autónoma, pero desde el Gobierno ceutí encabezado por el presidente Juan Jesús Vivas (PP) han rehusado realizar comentarios.