Excepción ibérica
¿Cómo funcionará la 'isla energética' de Pedro Sánchez?
Alemania y Países Bajos no creen en la solución que permite a España y a Portugal intervenir el precio de gas
Pedro Sánchez se paseó por Europa en busca del Santo Grial energético que le permitiera desacoplar el precio del gas del de la electricidad. Una idea que puede parecer lógica, pero que no es tan fácil de llevar a cabo. El sistema que lleva 30 años funcionando en Europa no puede ser finiquitado para salvar una situación coyuntural, le dijo alguien a Sánchez en Bruselas.
Alemania y Países Bajos no ven bien la isla energética de Sánchez y Antonio Costa, presidente de Portugal, pero han tenido que aceptar las condiciones especiales de la península ibérica y su mix energético.
«Objetivo cumplido», afirman
Sánchez y Costa arrancan a la UE una «solución ibérica» al gas pero con letra pequeña
El enfado de Sánchez en la reunión con los líderes europeos logró que se permitiera un parche como es el de topar los precios del gas. De ninguna manera se trata de desacoplar gas y electricidad como pretendía el líder socialista.
Mark Rutte, primer ministro neerlandés y azote de Sánchez ya con los fondos de la pandemia fue claro «es un error, pero ojalá esté equivocado. No es una cuestión de honor». El canciller alemán, Olaf Scholz también comento que «somos escépticos, pero…».
Pero Sánchez ha vendido la exención como un triunfo y comienza a ahora a hacer lo que ya dijo que haría, aunque no se lo permitiera Europa: intervenir en los precios del gas y la electricidad.
El plan de Sánchez
España y Portugal marcarán un tope en el precio a las centrales del gas que hacen su oferta en los mercados eléctricos. Se habla de 180 euros por megavatio/hora. El dinero que dejan de ganar se verá reflejado en el recibo, es decir, lo pagará el usuario y no el dinero público.
Desde la Moncloa señalan que la rebaja en el recibo de la luz será mayor que la subida por la indemnización por lo que se notará esa independencia económica.
El comunicado del Gobierno detalla que «el Gobierno de España, de manera temporal, va a establecer un precio de referencia al gas que se utiliza para producir de electricidad que será sustancialmente más bajo que el que el actual. Como el gas marca el precio diario de la electricidad, con esta medida, bajarán los precios de la factura de la luz a los consumidores».
La letra pequeña dice que Europa estará detrás de esos límites porque no va a permitir que estas medidas alteren los precios del resto de países europeos.
El consumidor
La factura de la luz tendrá una rebaja parecida a la de la gasolina. En 60 euros de diésel a 1,88 euros el litro, el descuento con los 10 céntimos que proponen las empresas supone unos 4,5 euros.
En el caso del gas, con el límite que quiere poner el Gobierno, provocaría una rebaja en el precio de la energía que se produce de ese gas en las centrales de ciclo combinado.
El «brexit energético» de Sánchez tendrá un mínimo impacto en la factura de la luz porque el proceso hasta el consumidor está lleno de impuestos que el Gobierno no se atreve a tocar.