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Una de las plantas de El Corte Inglés de Serrano, 52

Una de las plantas de El Corte Inglés de Serrano, 52El Corte Inglés

Negocios

Serrano 52: así se convirtió El Corte Inglés en el mejor inquilino de Celso García

El emblemático centro que cierra sus puertas pertenece a Celso García y estuvo ocupado por un Marks&Spencer hasta 2001

Serrano 52 y Castellana 85 eran los dos focos de moda del Madrid de los años 80. Aquella ciudad que bailaba cada noche al ritmo de la movida madrileña de la que nadie sabía nada. De día, los sibaritas de ropa agobiados por las grandes superficies como El Corte Inglés o Galerías Preciados acudían a que Celso García les proporcionara trajes de domingo a «precios justos».

Sus almacenes tenían un público fiel en Madrid y en Salamanca. Su interior era noble y sobrio con maderas oscuras, paredes enteladas y moquetas. Lejos de allí, Tierno Galván negociaba con los vecinos del barrio del Pilar la construcción de La Vaguada, el primer gran centro comercial de la capital.

Logo de Celso García con los dos edificios que tenía en Madrid

Logo de Celso García con los dos edificios que tenía en Madrid

El madrileño que nació en los 80 se ha comprado algo en el Marks&Spencer de Serrano, 52. Ropa o comida con estilo inglés de una empresa que tenía la intención de consolidarse en España. El negocio aguantó a duras penas hasta 2001, los vendedores fueron recolocados por Isidoro Álvarez en El Corte Inglés, que abría sus puertas en el mismo edificio un frío mes de diciembre del año que España entraba en el euro.

Isidoro Álvarez

El primer día del nuevo centro, el propio Álvarez hizo uno de sus habituales paseos sorpresa que pillaba desprevenidos a vendedores y jefes de planta. «Todo está bien», murmuró a la prensa mientras saludaba a los trabajadores, felices por no verse en la calle con el cambio.

Los siguientes 14 años, El Corte Inglés de Serrano compartió confusiones con el centro de Serrano 47. Los clientes iban de uno a otro buscando secciones que creían tener controladas.

La Milla de Oro de Madrid pivota sobre ese centro de El Corte Inglés. En la confluencia de Ortega y Gasset y Serrano, el turista asiático gira a la izquierda para encarar Prada, Louis Vuitton, Gucci o Dior hasta llegar a Carolina Herrera y Loewe ya casi en la puerta de Alcalá.

Planta de complementos de hombre de El Corte Inglés de Serrano, 52

Planta de complementos de hombre de El Corte Inglés de Serrano, 52El Corte Inglés

El Corte Inglés quiso colocar un caballo ganador en esa carrera entre yenes, libras y dólares, remodelando Serrano, 52 para dedicárselo por completo a la moda de lujo para el hombre. La apuesta fue arriesgada, pero en 2015 y con la crisis superada, todo indicaba a que las siete plantas y el espacio gastronómico iban a ser todo un pelotazo.

Lo fue durante siete años. Serrano 52 MAN fue el nombre que tuvo la tienda de lujo más grande de España, coronada con estrellas Michelín en su espacio gastronómico. Restaurantes de renombre como Street XO o Cascabel donde lo mismo te tomabas un helado que vivías la experiencia de comerte un plato de Dabiz Muñoz, cuando era David Muñoz.

El centro lo visitaban hombres y mujeres ataviados con carísimos y extravagantes chándales de Prada, otras con velos, ellos con bañadores de Gucci y chanclas de Balmain

Siete plantas de contrastes. Hombres y mujeres ataviados con carísimos y extravagantes chándales de Prada, otras con velos, ellos con bañadores de Gucci y chanclas de Balmain a medida. Pieles morenas del sol o del linaje, dependiendo de dónde llegasen los euros que se desparramaban por las escaleras mecánicas.

Los empleados siguen rechazando las propinas, como es norma en El Corte Inglés y eso que los compradores no escatiman ni conocen la cultura española. Los sabaderos disfrutan de cada una de las ocho horas de trabajo de jueves a domingo. Cada planta supone una prenda más cara y una marca más desconocida.

Fachada de El Corte Inglés de Serrano, 52

Fachada de El Corte Inglés de Serrano, 52El Corte Inglés

Abrigos de mil euros, camisetas de 200 o cinturones de cocodrilo que no llevan ni etiqueta. Salir de allí es una empresa difícil porque las bolsas ocupan espacio. Por suerte, todo estaba pensado y los doorman de la Quinta Avenida también tienen presencia en Serrano para abrir las puertas de par en par.

El 1 de agosto Celso García pierde a uno de sus mejores inquilinos. El Corte Inglés reestructura su negocio y cierra el emblemático centro de Serrano. Todo pasará al 47 y el cliente mirará atónito como bajan el telón con la misma cara que en 2001 los niños miraban los juguetes en el escaparate. Por cierto, ese centro ayudó a que la venta ambulante desapareciese de la zona.

Celso fue un visionario. Siempre supo que en Serrano 52 había clase y estilo. Lo que no esperaba es que la pandemia de 2020 fulminase el turismo nipón. El cliente patrio entraba a ver ropa y a torcer el gesto con los precios. A refrescarse en los días más duros del verano o a pasear por un iluminado Madrid navideño.

Serrano tendrá un edificio fantasma desde el 1 de agosto de 2022 que durará poco en vista de crecimiento de la capital de España en los últimos años. Eso sí, la última moda siempre estará en Serrano.

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