La piratería de diseño de Shein acumula 50 demandas por plagio y ninguna es de Zara

El globo de Shein de desinfla tan rápido como la pandemia lo infló para darle el valor actual de 100.000 millones de dólares con el respaldo de Sequoia Capital China o General Atlantic.

Sus prendas han captado a la Generación Z, que valora los bajos precios por encima de la mala calidad de las prendas. Además, los diseños no se corresponden con otras marcas baratas porque Shein tiene «ropa bonita», como aseguran muchos compradores que apostillan «vale para una temporada y nada más». Una declaración que antes se hacía sobre Zara, por ejemplo.

Juicios federales

Pero Shein ya no hace tanta gracia a las grandes marcas ni a los pequeños diseñadores, que están hartos de que su moda, complementos, bocetos… se copien sin permiso para mayor lucro de la compañía.

En Estados Unidos tiene abiertos 50 juicios federales por presunta infracción de derechos de autor y de marca registrada, según revela The Wall Street Journal. Ralph Lauren, Oakley o Dr. Martens han acusado en los tribunales a Shein por copiar abiertamente sus modelos. Incluso la web del retail chino anuncia unas «botas tipo martens» para vender una copia de las auténticas por 33 euros.

Una cuenta de Instagram da cuenta de la copia de los diseños de Zara con los que trabaja Shein. Tiene 35.000 seguidores y se dedica a comparar diariamente la ropa o complementos que pone a la venta Shein y su asombroso parecido con lo que vende Zara.

Vestidos, zapatos, bañadores, bolsos o chaquetas plagiadas sin rubor que, por otro lado, no han despertado las quejas en Inditex ni se conocen demandas de la empresa española.

Aunque Shein se defiende culpando a los proveedores de no ser originales en sus trabajos, en otras ocasiones ha tenido que llegar a acuerdos con firmas para evitar males mayores ante un juez.

Inditex siempre ha guardado silencio sobre las acusaciones de plagio en sus modelos. Un documental de la televisión pública alemana Deutsche Welle emitido en enero de 2022 entrevistó a una exdiseñadora de Bershka que aseguraba que tenían «cursos varias veces al año sobre delitos de autor, para no hacer copias demasiado parecidas» y que les explicaban qué debían tener en cuenta para «estar protegidos legalmente».

El ruido mediático sobre las supuestas copias de Inditex no es el mismo que el de Shein, que tendrá que litigar en los tribunales o pagar grandes sumas de dinero para poner fin a las demandas.

Miles de artículos diarios

«No es nuestra intención infringir la propiedad intelectual válida de nadie y no es nuestro modelo de negocio hacerlo», comentó un responsable de Shein en un comunicado que insistía en los proveedores como responsables. «Los proveedores deben cumplir con la política de la empresa y certificar que sus productos no infringen la propiedad intelectual de terceros. Continuamos invirtiendo y mejorando nuestro proceso de revisión de productos».

Shein paga a base de demandas el precio de poner a la venta cada día miles de nuevos artículos con precios que dejan sin margen de maniobra a sus rivales. Desde la industria textil lamentan que el comprador valore las prendas copiadas y de mala calidad mientras se sigue criminalizando a las firmas que ponen en el mercado productos de calidad a precios elevados, pero exclusivos y elaborados por diseñadores.