Los contratos fijos-discontinuos distorsionan la realidad del paro en España

El análisis de los datos de empleo aparecidos ayer en la Encuesta de Población Activa (EPA) está pasando de la euforia inicial a la inquietud sobre el presente y futuro del mercado laboral en España. Si el primer dato que copó los titulares fue que ya tenemos menos de tres millones de parados, el análisis más reciente incide en cuestiones como el maquillaje de las cifras que suponen los nuevos contratos fijos discontinuos: «Su eclosión en la contratación y su no cómputo como parados en los periodos en los que están sin actividad pueden distorsionar las estadísticas del paro», señalan desde el gabinete de estudios de Unión Sindical Obrera (USO).

En junio se firmaron 834.026 contratos fijos-discontinuos. Es una pequeña parte de los 15,8 millones de contratos que se efectuaron, pero son los que más han crecido en el último año: un 100 %. Este notable incremento, muy propio de esta época del año caracterizada por la mayor presencia del empleo temporal, es el que hace que USO considere que puede distorsionar cualquier comparación que se haga con datos anteriores. Por otra parte, si esos fijos discontinuos computaran como parados, como se hacía antes, las cifras serían otras.

En cualquier caso, como ocurre siempre en este trimestre, los números son positivos. Lo son menos que el año pasado, en el que había una mayor influencia de la pandemia. El número de ocupados ha aumentado en 383.000 en este trimestre y se sitúa en 20.468.000. El empleo se ha incrementado en 796.400 personas en los doce últimos meses (52 centésimas menos que en el trimestre anterior). Los asalariados han crecido en 796.500 personas en el mismo periodo. El paro ha bajado en 255.300 personas. El gran temor es qué ocurrirá a partir de septiembre, cuando el sector servicios deje de copar la mayoría del empleo creado.

Baleares lidera la creación de empleo

Los mayores incrementos de empleo en este trimestre se han dado en las Islas Baleares (80.200 más), Cataluña (63.800) y Comunidad de Madrid (61.200). Los mayores descensos se han registrado en el País Vasco (-18.400) y el Principado de Asturias (-5.200).

La influencia de la estacionalidad en la creación de empleo se nota en que Baleares sea el líder.

Entidades como la Cámara de España prevén que el crecimiento en la creación de empleo se modere en los próximos trimestres. Estiman que en el conjunto de 2022 podría avanzar un 3 % (en el segundo trimestre lo ha hecho un 4 %) y que en 2023 podría situarse cerca del 2 %. «Si bien la tasa de paro bajó del 13 % durante este segundo trimestre del año, será complicado que se mantengan esos dígitos a final del ejercicio. En el conjunto de 2022 se espera que se sitúe por encima de esa cifra», indican desde la Cámara.

En este contexto, en la Cámara consideran que sería aconsejable poner en marcha de inmediato las reformas estructurales que necesita la economía española. Entre ellas citan la adaptación de los itinerarios formativos a las necesidades de las empresas, la modernización de las políticas activas de empleo o la reducción de la burocracia y de los costes asociados al proceso de contratación. También creen que resultaría imprescindible consolidar y reconocer el papel de las empresas como impulsoras de la actividad productiva y creadoras de riqueza y empleo, garantizando y agilizando el acceso de las pymes a los fondos Next Generation EU.

Por otra parte, USO califica como «preocupante el incremento de las bajas en el empleo y, por tanto, en la Seguridad Social, como consecuencia de la no superación del periodo de prueba. Con respecto a diciembre se han incrementado en un 649 %».