Así funcionan las huchas energéticas: el autoconsumo para pagar cero euros en la factura

La crisis energética y los continuos cambios de legislación están provocando que los principales actores de la energía en España adapten las normas en beneficio de los consumidores.

Muchos usuarios están combinando la energía de los paneles solares y los excedentes para poner en marcha las baterías o las huchas virtuales para aprovechar el exceso de producción del verano, que ya les permiten dejar la factura a cero e incluso pueden calentar las casas en invierno.

Relación mercantil

Andrés Serrano es ingeniero en Soliluz, una startup española que gestiona el consumo energético de pymes y comunidades de vecinos. En los últimos meses, las pequeñas comercializadoras están adaptando sus tarifas para cumplir con la ley y a su vez ofrecer a los clientes un producto para evitar que se desperdicie el rendimiento económico de la energía producida por paneles solares y que sus clientes puedan ahorrar. No hay que olvidar que la relación entre la comercializadora y el consumidor es una relación mercantil en la que hay libertad de pacto.

Andrés explica que «la legislación que hay actualmente es una ley regulatoria centrada principalmente en los contratos técnicos de acceso a terceros a la red (ATR) entre distribuidora y comercializadora.

Algunas comercializadoras entienden que una cosa es la legislación entre ellas y las distribuidoras, que regula peajes, cargos y la compensación de los excedentes; y otra es la relación entre dos particulares, la persona jurídica, como es una comercializadora y un consumidor, como puede ser una persona física o jurídica, que pueden pactar lo que quieran».

Algunas comercializadoras pequeñas, en lugar de trasladar al usuario final la legislación de los peajes entre comercializador y distribuidor, ofrecen huchas o baterías virtuales.

Batería virtual

Desde Soliluz, Andrés explica que «la legislación, si te ciñes al texto y sin saltarse la ley, regula los conceptos del sector eléctrico pero no la relación consumidor-comercializador. La batería virtual ofrece que el resto de energía que no puedes compensar te sirva para aplicarla contra el resto de conceptos que se facturan como el término fijo, el alquiler del contador o contra el resto de conceptos del contrato. Eso hace que puedas acabar con una factura de cero euros e incluso que puedas neutralizar facturas de una segunda residencia siempre y cuando ambos contratos sean del mismo titular».

Añade que «podrías llenar la batería virtual para que en los meses donde hay menos radiación (diciembre, enero y febrero) y si lo vinculas con aerotermia, puedas llenar la hucha que llenaste en verano con los excedentes y tener alimentación solar gratuita en los meses de invierno. Es decir, que, con un buen diseño de fotovoltaica, produces excedentes en verano que puedes utilizar en invierno en combinación de aerotermia o bomba de calor. Además, de esta manera se deja de consumir gas natural y tiene un efecto positivo sobre las emisiones de gases de efecto invernadero».

En una de las facturas a la que ha tenido acceso El Debate donde se aplica este sistema, se puede observar que el cliente tiene una inyección a red (franja amarilla) de 292 kWh en octubre y el consumo (franja naranja) es de 48 kWh. Esto quiere decir que se perderían 244 kWh porque la legislación por defecto no permite compensar más energía que la comprada a red durante el mes que se evalúa.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que estas instalaciones de generación, cuando son en suelo urbano y si son menos de 15 kW, no se está obligado a pedir permiso a la distribuidora, por lo que la tramitación es bastante ágil.

Este sistema de huchas o baterías virtuales puede parecer complejo, pero ya hay algunas comercializadoras que han decidido facturar a favor de sus clientes y evitar que se desperdicie por el consumidor el aprovechamiento de esa energía limpia producida mediante paneles solares.