Las trampas con el paro convierten nuestro mercado laboral en una pantomima

En los últimos días se ha creado un gran revuelo en Twitter a raíz de las cifras del paro. Frente al entusiasmo del Gobierno defendiendo que ha logrado que haya 27.000 personas menos sin trabajo en octubre (una cifra realmente buena), empresas especializadas como Randstad lo han puesto en tela de juicio: señalan que los fijos discontinuos sin trabajo han aumentado en 123.000, de modo que en realidad habría 100.000 personas más sin trabajo, no 27.000 personas menos en el paro, como dice el Gobierno.

Randstad Research explica con detalle en su informe mensual cómo ha llegado a esta conclusión. Recalca que desde que se inició la reforma laboral de Yolanda Díaz se han firmado cientos de miles de contratos fijos discontinuos que han generado una ruptura en el comportamiento tradicional del paro registrado: «Los contratados con esta fórmula, en los periodos de inactividad, en los que no trabajan, no son contabilizados como parados, sino como demandantes de empleo ocupados –puesto que tienen un contrato en vigor, aunque no trabajen–».

La compañía pone a la hostelería como ejemplo de sector en el que se han firmado muchos de estos contratos fijos discontinuos: «Al finalizar la campaña turística de verano, miles de personas se quedan sin trabajo (en este sector), pero no sin contrato, al seguir vivo el fijo discontinuo, y pasan a demandar empleo, pero no con la categoría de parados», explican.

En este mes de octubre, en el que de manera inaudita el paro ha bajado en 27.027 personas, el número de demandantes de empleo ocupados ha crecido en 123.463. «Da una visión muy diferente de lo que ha pasado en los registros públicos de trabajadores en búsqueda de empleo. La cifra de paro registrado sale beneficiada tras la reforma laboral por este cambio, pero la realidad es que hay casi 100.000 personas más en búsqueda de empleo si agregamos estas dos cifras: las de aquellos que son parados registrados (27.000 menos) y la de los demandantes de empleo con un contrato firmado, que crecen en 123.000». 123.000 de más-27.000 de menos suponen, en concreto, suponen 96.000 personas más buscando empleo.

Lleve quien lleve la razón, el hecho es que hay 3.394.401 personas inscritas en el SEPE, que no trabajan (sumando parados no registrados –2.914.892–, Otros no ocupados –218.787– y Con disposición limitada –260.722–), y a ellas podrían añadirse los 19.900 trabajadores que están en ERTES, como bien apunta Unión Sindical Obrera (USO). España sigue liderando el desempleo en la Unión Europea con una tasa del 12,7 %, mientras que en la eurozona baja a mínimos históricos, el 6,6 %: la mitad, también en paro juvenil.

Por otra parte, es muy discutible que la calidad del trabajo esté mejorando. El aumento en la contratación indefinida del que presume el Gobierno está dejando de ser sinónimo de suponer un empleo seguro: «En octubre se han realizado más contratos indefinidos que personas los han suscrito. Implica que algunos de ellos, algo más de 41.000, han sido objeto de más de un contrato indefinido. Son contratos que están implementando el pluriempleo, y eso tiene que ver con el incremento de la contratación a tiempo parcial; o se les ha rescindido el contrato y se les ha vuelto a contratar», apuntan desde USO. Más del 62 % de la contratación indefinida realizada en octubre no tiene jornada completa.

Son algunos datos más que siembran dudas sobre la eficacia de la reforma laboral de Yolanda Díaz, más allá de que la creación de empleo público y el incremento de los fijos discontinuos puedan maquillar más o menos las cifras del paro. El 67 % del empleo creado en el tercer trimestre fue público, y sobre los fijos discontinuos, ya han visto más arriba lo que está pasando.