El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
La verdad de las pensiones: los jubilados pierden un 6,5 % de poder adquisitivo desde que Sánchez es presidente
A ello hay que unir que los salarios y, como consecuencia las pensiones, serán cada vez menores
El Gabinete de Estudios de Unión Sindical Obrera (USO) ha elaborado un informe muy interesante sobre el mercado laboral que se está formando en España y sus efectos sobre las pensiones. Lo ha realizado a partir de las medias anuales de la Encuesta de Población Activa. La conclusión es que los salarios son cada vez menores, que como consecuencia la pensión será inferior, y que el poder adquisitivo de los pensionistas está disminuyendo considerablemente, al contrario de la idea que está intentando trasladar el Gobierno.
Como parte del informe, USO analiza la relación entre el incremento del IPC y las subidas salariales de los asalariados afectados por convenios colectivos, los empleados públicos y los pensionistas. La conclusión es que entre 2019 y 2022 los asalariados han perdido 4,2 puntos de poder adquisitivo, los empleados públicos 2,5 y los pensionistas 6,5 puntos porcentuales.
«Los precios suben más que los salarios y las pensiones. Supone una situación de empobrecimiento, de merma en la capacidad de ahorro y del peso de los salarios sobre el PIB. A su vez acentúa el riesgo de un menor crecimiento en 2023, con un impacto negativo en la menor creación de empleo con jornadas completas de trabajo y bien remunerado», añaden en USO; un panorama poco alentador y que hace pensar que probablemente sea necesario otro enfoque en la reforma laboral y de las pensiones.
La solución podría llegar por la aparición de puestos de trabajo más cualificados y mejor remunerados, pero eso no está ocurriendo. Los datos de la EPA reflejan que la ocupación, la parte de población activa que está trabajando, ha mejorado. El número de ocupados ha subido de 19,779 millones en 2019 a 20,390 millones en 2022: 611.300 más en tres años.
A pesar de ello, la tasa de paro, que mide la relación entre el número de parados y el de activos, se ha situado en un 12,9 % de media en 2022: el doble de la media de la UE. Encabezamos el ranking en Europa. Concluimos el año pasado con una media de más de 3 millones de parados. La tasa de paro entre los jóvenes de menos de 25 años se sitúa en el 29,8 %. Uno de cada tres jóvenes en edad de trabajar está desempleado.
La clave de las horas trabajadas
El indicador clave para comprobar que el mercado de trabajo no va bien son las horas trabajadas. Con ellas vemos si el aumento de la ocupación corresponde a más empleo o a la distribución del empleo existente entre más personas.
Los datos muestran que el número de horas semanales trabajadas es menor, y que las mujeres trabajan menos horas, ya que se emplean más a tiempo parcial. «Trabajamos menos horas que en 2019. Si la ocupación aumentó, implica que se está troceando aún más el empleo existente: más gente ocupada pero trabajando menos, lo que conlleva menores cotizaciones sociales, menores salarios y, de cara al futuro, menor pensión», indican desde USO.
Teniendo en cuenta la población ocupada y el número de horas efectivas de trabajo constatamos que trabajamos 8.000 horas menos a la semana que en 2022 y casi 420.000 horas menos en todo el año.
La temporalidad sigue siete puntos por encima de la media europea
Reducir la temporalidad era la principal petición de la Unión Europea de cara a la reforma laboral que efectuó Yolanda Díaz. La tasa de temporalidad mide la relación entre el número de contratos temporales y el total. Aunque en España ha disminuido, sigue estando siete puntos por encima de la media europea: 21,1 % frente a 14 %. «La temporalidad supone un detrimento en la calidad de vida de los individuos, pues disminuye la percepción de seguridad en el empleo y afecta al desarrollo de los procesos formativos», apuntan desde USO.
La tasa de temporalidad ha disminuido en cinco puntos desde 2019 en España, pero el descenso es distinto según el ámbito en el que nos fijemos: mientras que en el sector privado ha decaído en más de siete puntos, en el público ha aumentado en cuatro puntos: uno de cada tres empleados públicos tiene un contrato temporal.
La mejora del mercado laboral es parte fundamental en la sostenibilidad futura del sistema de pensiones, y al menos de momento no parece que vaya por buen camino.
