Las claves de la catástrofe pesquera que sufrirá España en Marruecos

La extrañísima relación de España con Marruecos sigue generando graves problemas. Todo empezó a principios de 2022 cuando Pedro Sánchez concedió por carta a Mohamed VI que el país reconocía el plan de autonomía del gobierno marroquí sobre el territorio saharaui. Un volantazo diplomático que ejecutó sin consultar con nadie y que aún está por explicar.

Este problema viene del eterno conflicto del Sáhara Occidental, un territorio al sur de Marruecos que reclama su independencia desde hace décadas y del que España siempre se mantuvo al margen.

Argelia

La postura de Sánchez puso en alerta a Argelia. Su presidente Abadelmayid Tebún cargó contra el Gobierno y calificó el comunicado de «paso en falso» y «acto hostil» por ponerse del lado de Marruecos.

Esto supuso que las relaciones se congelaran y Argelia redujera y encareciera el precio del gas que enviaba a España. También hubo sospechas de que el gas que enviaba Argelia a España pudiera a acabar en Marruecos, enemigo político argelino.

Marruecos se ha ido haciendo fuerte en el panorama europeo y ahora llega el momento de jugar sus cartas con la propia Unión Europea con algo de vital importancia para España, la pesca.

Pero el gobierno en funciones que está por llegar y las próximas elecciones del 23 de julio han hecho perder fuerza a España, que estrena presidencia de la UE en medio de un terremoto político.

Acuerdo

La Unión Europea y Marruecos renovaron el acuerdo de pesca en 2019 para que 128 barcos europeos pudieran faenar en sus costas a cambio de 52 millones de euros por año. De ellos, 92 barcos son españoles y la mayoría faenan en el caladero de Cádiz con 47 buques. El resto se reparten en Conil, Barbate, Tarifa y Algeciras con unos 500 tripulantes dedicados a la sardina, corvina, atún o palometa.

El acuerdo expira el 17 de julio y el ministro Luis Planas da por hecho que no se renovará, por lo que esos barcos deben volver a la costa española sin poder faenar. El Gobierno prevé ayudas millonarias para paliar los efectos del largo parón que puede prolongarse hasta el primer trimestre de 2024.

Todo depende de una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). El pleito que tiene pendiente se debe a que el 90 % de las capturas se hacen en las aguas del Sáhara Occidental y no se ha pedido opinión al Frente Polisario como representante de un territorio pendiente de su independencia.

Precedentes

En 2016, 2018 y 2021 la Justicia europea ya anuló los acuerdos bilaterales por absorber recursos del Sáhara Occidental sin su aprobación. La sentencia al recurso que presentó la UE a instancias de España llegará después de que expire el actual acuerdo y provocará el caos pesquero en el sur de España.

España se ha puesto del lado de Marruecos y le interesa que la sentencia que la UE deje de tener en cuenta al Frente Polisario para llevar a cabo acuerdos pesqueros.

Los dos países que se han beneficiado de esta situación son Rusia y Reino Unido. Mientras que el país de Putin ha cerrado acuerdos para faenar en aguas marroquíes en 2023, el Tribunal de Apelación de Londres rechazó el recurso del Frente Polisario que pretendía cuestionar el acuerdo de asociación que tienen Marruecos y Reino Unido.