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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados

Sánchez colecciona advertencias de las agencias de rating por sus acuerdos de investidura

Las cuatro principales llaman la atención sobre el impacto económico de los acuerdos de investidura y advierten de la fiabilidad de algunos de los socios del Ejecutivo

El nuevo Gobierno colecciona avisos de las agencias de rating por las dudas de los socios de investidura. Las tres grandes, Moody’s, Fitch y Standard & Poor’s han lanzado advertencias sobre la fiabilidad de sus socios y el contenido de los pactos de investidura en lo referido a su impacto económico. También se ha sumado la cuarta en importancia, la canadiense DBRS Morningstar. Si bien ninguna de ellas ha puesto en revisión la calidad crediticia de España, todas ellas llaman la atención sobre la fragilidad del nuevo Ejecutivo y el precio que deberá pagar para continuar Pedro Sánchez para continuar en el Gobierno.

Primero fue S&P, que aseguró que los pactos «pueden limitar» la capacidad de España de afrontar retos en el largo plazo. En una nota resaltaba que la fragmentación del apoyo parlamentario al nuevo Gobierno «puede limitar la capacidad para gobernar de manera eficaz y oportuna, sobre todo para abordar los retos económicos en el largo plazo, como es la consolidación presupuestaria».

La calificadora ponía también sobre la mesa la cuestión del «riesgo moral». Un concepto al que posteriormente se refería Moody’s, que en un informe difundido el 17 de noviembre avisaba de que los acuerdos con los nacionalistas y Sumar «aumentan el riesgo político».

En concreto, Moody’s ponía el foco en la condonación del 20 % de la deuda de Cataluña. Algo que, a su juicio, «potencialmente desincentivará la política fiscal prudente a nivel regional». Según sus estimaciones, el impacto será de 45.000 millones si se extiende al resto de regiones. Asimismo, si bien considera que el nuevo Ejecutivo será «estable», adelantaba que el mayor riesgo del nuevo Ejecutivo era los cambios de opinión de alguno de los muchos socios que lo sustentan.

Fitch, por su parte, advertía sobre los desafíos que podrán surgir debido a un panorama político «cada vez más polarizado» y en manos de los independentistas. Un punto al que también se atiene DBRS.

Su vicepresidente, Javier Rouillet, destacaba, en una nota fechada el pasado 17 de noviembre, que «Pedro Sánchez se enfrentará a la compleja tarea de reducir el déficit fiscal de España, al tiempo que cumple con los diversos acuerdos políticos que llevaron a su investidura, especialmente ahora que los vientos cíclicos están disminuyendo». Además, la agencia «monitorizará el impacto de los acuerdos de investidura», según advirtió en un encuentro con periodistas, adelantado por ABC.

En su informe del pasado 17 de noviembre DBRS se refería también a la amnistía, cuyas implicaciones, afirmaba, «siguen sin estar del todo claras». Ahora bien, consideraba que los controles y equilibrios internos del Estado «mitigan las preocupaciones sobre el Estado de derecho». De ahí que, como las otras tres agencias, optara por mantener el rating de España.

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