10.000 empleos y 450 millones: lo que pone en juego el desprecio de Sánchez a Madrid
El presidente habría llegado a un acuerdo con Alemania para darle la presidencia del BEI a Calviño a cambio del apoyo español a la candidatura de Fráncfort para albergar la sede de la agencia antiblanqueo de la UE, a la que también aspira Madrid
«Espero que la contrapartida para que Nadia Calviño sea presidenta del BEI no sea haber sacrificado la candidatura de la AMLA de la ciudad de Madrid». Algo se olía José Luis Martínez-Almeida al comprobar el escaso apoyo del Gobierno a la propuesta de la capital para albergar la sede de la agencia antiblanqueo de la Unión Europea.
La Autoridad Europea Contra el Blanqueo de Capitales y la Financiación del Terrorismo (AMLA, por sus siglas en inglés) es una agencia descentralizada de la UE cuyo objetivo es la armonización y coordinación de prácticas de supervisión tanto en el sector financiero como el no financiero. Este organismo tendrá capacidad para supervisar directamente cierto tipo de instituciones financieras y de crédito –incluidos los proveedores de servicios de criptoactivos si se consideran de riesgo–, así como la vigilancia de hasta 40 entidades.
Se calcula que esta agencia, que tendrá un presupuesto de 450 millones de euros, podría generar 10.000 puestos de trabajo de apoyo en departamentos de cumplimiento de la banca y otras industrias relacionadas que se trasladarán a la ciudad anfitriona.
Bruselas, Fráncfort, Dublín, Madrid, París, Roma, Riga, Vilna y Viena han presentado su candidatura para albergar esta institución, siendo la capital española la principal favorita. Sin embargo, el cabreo del Gobierno francés tras la visita de Olaf Scholz a Málaga el pasado 10 de noviembre –día, por cierto, en el que acababa el plazo para la presentación de las candidaturas– hizo saltar las alarmas.
Lo sorprendente no es que el Ejecutivo español no apoye a París, sino que pacte en contra de la propia candidatura madrileña
El entorno de Macron sospecha que Sánchez llegó a un acuerdo con el canciller para asegurar el voto de Alemania al nombramiento de Calviño a cambio del apoyo español a la candidatura de Fráncfort para albergar la AMLA en contra de la parisina. Para el Elíseo, lo sorprendente no es que el Ejecutivo español no apoye a París, sino que pacte en contra de la propia candidatura madrileña –siendo una sede permanente– solo para colocar a la vicepresidenta en el BEI.
Nada más conocerse que será la nueva presidenta del BEI, la propia Calviño aseguró que su nombramiento es «independiente» de la candidatura de Madrid a la AMLA. Lo cierto es que hasta el próximo año no conoceremos la decisión de la Comisión para albergar la sede, pero todo parece indicar que será Fráncfort.