El Gobierno trata de apaciguar a los agricultores para evitar un efecto contagio en otros sectores

El runrún de movilizaciones masivas comienza a hacer más evidente a medida que organizaciones agrarias de todas las regiones están anunciando actos de protesta por todo el país. El Gobierno, a través de Luis Planas, muestra su apoyo, pero la falta de avances amenaza con repetir la manifestación de marzo de 2022, cuando cientos de miles de agricultores, ganaderos y cazadores colapsaron el centro de la capital para denunciar la ruina del sector.

Bajo el lema 6 de febrero se corta España, decenas de asociaciones agrícolas independientes han organizado tractoradas en diversos puntos del país. En Fondarella (Lérida), se prevé una marcha hacia en la A-2, que también sufrirá retenciones a la altura de Guadalajara. En Ampostia (Tarragona), los camioneros cortarán la AP-7 y también se esperan problemas en Montblanch, Pamplona, Ciudad Real, Lugo y Castellón.

Estas movilizaciones se unen a las del 14 de febrero, organizadas por las principales asociaciones, que afectarán a tramos de Cataluña, País Vasco, Extremadura, La Rioja, Andalucía y Castilla y León, además de una manifestación el próximo 21 de febrero frente a la puerta del Ministerio de Agricultura, en Madrid. Las demandas del sector son viejas conocidas, pero destaca una menor presión de las exigencias normativas ambientales, mayor flexibilidad de la PAC y las ayudas por la sequía, entre otras cosas.

Planas, de las pocas figuras de este Gobierno que han mostrado cierta sensibilidad con el sector, aseguró este lunes durante la inauguración de la Barcelona Wine Week que el Ejecutivo «escucha, comprende y apoya» a los agricultores, al tiempo que criticó a los que utilizan al mundo rural «para desestabilizar y provocar enfrentamientos».

El ministro se refiere a la reunión anunciada por los consejeros de Agricultura de Vox de cuatro comunidades autónomas con el comisario europeo Janusz Wojciechowski prevista para la próxima semana.

Medidas para salvar la crisis

Alberto Núñez Feijóo, por su parte, ha recogido la bandera de los agricultores españoles y europeos y ha presentado un plan de 15 medidas para salvar la crisis del sector primaria entre las que destacan la suspensión del impuesto al plástico y un pacto nacional del agua que incorpore inversiones para afrontar la sequía.

En ese paquete de propuestas figura además crear un grupo de expertos que «revise las actuales políticas de sanidad animal, revisar el plan de seguros agrarios, reformar el PERTE agroalimentario o indemnizar a los afectados por los ataques en Francia».

Protestas en Europa

En otros países de la UE la situación es similar, con los agricultores italianos concentrados en autopistas del país y poniendo rumbo a Roma. Los agricultores de Grecia continúan también con las movilizaciones en todo el país y reforzaron los bloqueos de carreteras regionales, mientras que también realizaron tractoradas para exigir al Gobierno que cumpla sus demandas.

Más peculiar fue el acto de protesta de una quincena de agricultores belgas que este sábado se presentaron con sus tractores frente al domicilio del primer ministro, Alexander de Croo, que acabó saliendo a la puerta para hablar con ellos.