«Tarde piaches», querida vicepresidenta
Aunque para hablar de Correos y dar consejos cinco años después sea un poco tarde, lo cierto es que, para acercarse a conocer la realidad, todavía hay tiempo
En estos cinco años solo has hablado dos veces de Correos, una en la campaña y otra ahora. ¿Ahora que estamos en fase de intentar ver cómo podemos arrimar el hombro para solucionar el desaguisado de Correos?
Políticamente y a tiempo real hay dos hechos constatables en este momento. Después de cinco años del inmenso error que hemos soportado los postales por una nefasta gestión en Correos resulta que el gobierno ha rectificado. Aunque tarde y con mucho dolo por medio, se ha relevado al autor de la debacle y se ha nombrado a alguien que manifiesta una elogiable humildad, buena voluntad y una disposición clara para trabajar en el rescate de Correos que hemos puesto en valor. Bienvenida sea, por tanto, la rectificación.
Por otra parte, la oposición política, que ha puesto el dedo en la llaga, mientras tú callabas, del error que se evidenciaba cada día durante este tiempo, parece que ha optado por un prudente y razonable silencio, que también valoramos y que suponemos es para dejar que, entre todos los concernidos, intentemos restaurar un edificio medio en ruinas.
Por eso no parece muy elegante -más bien parece oportunista- subirse al carro de lo de Correos en este justo momento, con soflamas y recetas exóticas después de cinco años de un ruidoso silencio y desatención a las denuncias sindicales de UGT y CCOO. Sobre todo, habida cuenta de tu responsabilidad en el Gobierno. En cualquier caso, no se trata de discutir tus méritos en tu faceta de ministra de Trabajo.
Ahora se trata, si hablamos de Correos, no de hablar por hablar, sino de darle la vuelta a una situación que, por omisión, tú como responsable de lo social en el Gobierno has vivido como una observadora del devenir de nuestras penurias.
Vamos a ver si nos aclaramos, querida vicepresidenta. La SEPI es la propietaria del 100% del capital y por ello es lógico que, como ámbito dependiente del Ministerio de Hacienda, y partiendo de la voluntad política que se le supone a este Ministerio -con el reciente relevo de la Presidencia- de querer remendar el descosido actual, se tenga el conocimiento de que Correos cuenta con los instrumentos para encarar el futuro de la compañía. Tiene Modelo de Servicio Postal, incluido el modelo de financiación, Plan Estratégico supervisado por SEPI y reforzado por un compromiso del gobierno, junto con el esfuerzo que nos corresponde a los sindicatos de negociar -una vez despejado lo anterior- el convenio colectivo para diseñar las condiciones de empleo en el nuevo marco consensuado y respondiendo a los desafíos del entorno futuro del sector.
Cuando dices, vicepresidenta, lo de redimensionar, ¿es hablar por hablar? ¿O se trata de hacer la empresa más pequeña reduciéndola a todo aquello que no quiera asumir la iniciativa privada?
Eso de que Correos no se tiene que orientar por criterios de rentabilidad, ¿qué significa? ¿Que tenemos que ser necesariamente deficitarios? ¿Que no podemos aspirar con el tiempo a ser tan potentes como otros Correos europeos?
Asumiendo que el Servicio Postal Universal no necesariamente tiene que ser rentable, o no en todos los ámbitos (un descubrimiento equivalente al de la pólvora), ¿sabes lo que pasaría si renunciamos a la rentabilidad, a la mejora de la productividad y la eficiencia?
Pues te lo digo. Que Correos tendría que vender por debajo del precio de coste o con unos precios fuera de mercado. Y que, en uno y otro caso, acabaríamos fuera del mercado. Correos, como el resto de operadores postales del mundo actúa en competencia en un segmento de su actividad. Y esto es así para todos los negocios relevantes de la compañía que no son SPU propiamente dicho. No hay que ser muy listo para esto. Menos cuando se llevan cinco años al frente del Ministerio de Trabajo. Una cosa es defender el Servicio Postal Universal, algo que llevamos haciendo en UGT y el resto de sindicatos in illo tempore y otra cosa es hablar de oídas, después de cinco años de silencio, sobre los desafíos que tenemos que arrastrar desde Correos en el sector postal para sobrevivir como Servicio Público esencial.
Sobre el tema de los servicios bancarios, ¿sabes cuántos años llevamos en UGT y otros sindicatos planteando la recuperación de la actividad bancaria que se nos hurtó con la privatización de Caja Postal? Mira las hemerotecas, querida vicepresidenta. No obstante, y sobre esa ocurrencia que trasladas ahora, ¿se trata de tener una ficha bancaria? Porque eso no se monta de un día para otro. Y en nuestro caso procede la reivindicación porque nosotros sí sabemos el alcance, lo que significa y cómo iniciar un proceso hacia el objetivo.
Mientras tanto, hay cosas factibles, como vender productos bancarios a través de su marca Bancorreos e, incluso, ser el vehículo de las transacciones económicas entre la administración y los ciudadanos gestionando pagos seguros a través de las oficinas con ciudadanos no bancarizados, y hacerlo en régimen de multimarca. Y esto mediante un proceso de reflexión serio y gente preparada -Correos la tiene- sin recurrir al paracaidismo y sobre todo sin las ocurrencias de los últimos cinco años en los que los sindicatos de Correos hemos echado en falta tu apoyo moral y político.
Y siguiendo tus recetas, ¿lo de la no rentabilidad significa barra libre? Eso hay que aclararlo porque, al menos algunos postales, no creemos que los impuestos lo arreglen todo. Nosotros siempre hemos exigido que el gobierno financie justamente la carga financiera que Correos debe soportar por la prestación del SPU a todos los españoles. No queremos dádivas de impuestos, queremos lo que creemos que es justo y en otros países desarrollados de la UE se aplica respecto del SPU. Entérate de lo que ocurre en Francia o Italia con respecto de la financiación del SPU.
Por cierto, querida vicepresidenta, no nos apoyaste a los sindicatos de clase de Correos empeñados en una lucha contra la gestión errónea y las prácticas antisindicales de la presidencia recién cesada.
Resulta curioso que ahora un sindicato (no de clase) que ha venido apoyando el proyecto de desmantelamiento de Correos para reconvertirlo en una empresa de paquetería, siendo corresponsables de la situación actual, diga que se les da la razón con tu planteamiento.
Mi querida vicepresidenta, háztelo mirar. Nunca es tarde después de cinco años de mirar para otro lado, de enterarse de qué va lo de Correos. Se dice en Ferrol aquello de tarde piaches y aunque para hablar de Correos y dar consejos cinco años después sea un poco tarde, lo cierto es que, para acercarse a conocer la realidad, a cooperar y ayudar a salir de una catástrofe, que no ha obedecido a causas naturales, todavía hay tiempo. Un bico.
- Pepe Sayagués es líder sindical de UGT