Los cambios de opinión en la economía española
La Administración Central solo se endeuda en tres meses en 1.853 millones cuando lo estaba haciendo a razón de 10.000 millones
Todos sabemos que el presidente de Gobierno nunca mintió a los españoles, sino que cambió de opinión en innumerables ocasiones. Nos prometió hasta siete veces que nunca pactaría con Bildu, cambió de opinión y los etarras tienen alcalde en Pamplona con el voto del partido de presidente.
Aseguró, por activa y por pasiva, que nunca concedería un indulto a los golpistas catalanes que declararon la república, pero cambió de opinión y todos los juzgados y condenados por el Tribunal Supremo están en la calle.
Prometió que traería a España para ser juzgado al fugado cagón, que huyó en el maletero de un coche a Waterloo, cambió de opinión y ahora quien manda en el Gobierno es el fugado, porque si Sánchez considera que esto es mandar es que no entiende la realidad.
Así que la especialidad de esta Administración no es mentir, eso nunca, eso está muy bien, porque mentir es un pecado y en cambio cambiar de opinión, no lo es.
Supongo que si no han abandonado la lectura de este artículo se preguntarán que a cuento de qué viene esto. Y es que el Banco de España acaba de sacar los datos de la deuda consolidada de nuestro país y tenemos la sorpresa de que al final ha quedado en 1,574 billones.
¿Qué tiene esto que ver con los «cambios de opinión»? Pues, aunque ustedes no se lo crean, mucho. Tanto que voy a intentar demostrar que en economía también se puede «cambiar de opinión» –leer en tono irónico–.
Para ello lo que vamos a ver es qué pasó en los nueve primeros meses del año y después veremos qué ha pasado en el último trimestre, porque hay cosas que llaman mucho la atención y, aunque son un poco técnicas, voy a intentar explicarlas.
Aquí podemos ver que hasta septiembre, la deuda de la Administración Central sube en 81.031 millones, la Seguridad Social se queda prácticamente igual. Los Organismos dependientes de la Administración Central reducen su deuda en 3.178 millones, las Comunidades Autónomas suben su deuda en 2.834 millones y los Ayuntamientos y Diputaciones en 200 millones.
En total, la deuda se incrementa en 80.881 millones de los que hay que quitar por consolidación contable 6.417 millones que están duplicados, es decir, que los ha pedido por ejemplo la Administración Central, que se apunta la deuda, se los presta a las Comunidades que se apuntan la deuda también y para evitar la duplicación en la consolidación se restan de la Administración Central y de dejan en las CC.AA.
Esto quiere decir que durante este período había duplicados 6.417 millones sino se hubiese utilizado la técnica de la consolidación. Por lo tanto, en los nueve primeros meses el Estado español se ha endeudado a ritmo de 8.274 millones de media al mes, de forma neta.
Y aquí empiezan las incongruencias y la falta de sentido. La Administración Central solo se endeuda en 3 meses en 1.853 millones cuando se estaba endeudando a razón de 10.000 millones de euros de deuda.
¿Qué ha pasado para que esto sea así? ¿Han bajado los gastos de la Administración Central? En absoluto, hemos visto que el estimado de cierre de la Administración Central del Estado en un artículo titulado Los gastos de Sánchez superarán en 200.000 millones en el que demostraba que los gastos no paran de crecer y van a llegar a 323.000 millones.
En otro artículo he mostrado que La Seguridad Social necesitará de 44.000 millones para no quebrar lo cual nos dice que cada día se necesita enviar más dinero para que no quiebre el sistema. Con lo cual es imposible que la Administración Central no haya tenido que endeudarse.
Vemos que la Seguridad Social ya ha subido la deuda hasta los 116.000 millones de euros en 10.000 millones más, que las Comunidades en el último trimestre se han tenido que endeudar en el doble que en nueve meses.
Por lo tanto, se han tenido que pedir prestado 16.565 millones, pero eso si por consolidación se han reducido en 19.148 millones y por lo tanto que la cifra neta cae en 2.583 millones.
Es muy difícil de entender, que si me endeudo en 16.585 tenga que quitar 19.148, pero podría que ser que se arrastrase de meses anteriores y no se hubiese reconocido la duplicidad. Pero esto huele muy mal.
Como pueden ustedes comprobar durante estas semanas he ido preparando el terreno, porque sabía que esto podía llegar, así también publiqué otro artículo En noviembre las necesidades de financiación han sido de 11.871 millones y también otro artículo que se titulaba La Administración General del Estado debe 50.354 millones.
Vamos a ver si en noviembre debíamos a proveedores 50.000 millones y además tuvimos una necesidad de casi 12.000 millones y sabemos que diciembre no es un buen mes de ingresos, cómo es posible que hayamos reducido la deuda global del Estado en 2.583 cuando sin consolidar se ha ido en 16.585 millones.
Pues muy sencillo, hemos seguido sin pagar a los proveedores, hemos tirado de la cuenta corriente del Banco de España en la que en noviembre quedaban casi 16.000 millones, hemos hecho endeudarse a la Seguridad Social en 10.000 millones que se los ha prestado al Gobierno, para que este pudiese cerrar con una baja de deuda de 2.583 millones y no superar la cifra enviada a Bruselas de 1,578.
Eso sí, ¿cómo ha quedado la caja real de nuestro país?, que se lo pregunten a las Comunidades Autónomas que no están recibiendo el dinero comprometido y que tienen dificultades para pagar y a los proveedores que callan porque les deben mucho dinero.
El Gobierno no nos ha mentido con estos datos, porque no tengo duda que habiendo sido elaborados por el Banco de España son reales, simplemente ha cambiado de opinión en el pago a proveedores, en las transferencias a las Comunidades y en que las cuentas corrientes, como veremos en marzo, quedaron con telarañas. Hemos debido empezar enero sin un euro, que para eso está la deuda.
La deuda consolidada en el primer trimestre va a ser de escándalo, como iremos viendo.