La Unión Europea y toda su burocracia costaron 11.583 millones en 2022
Hay que redefinir de nuevo la estructura de gastos de la UE, porque con una estructura de gastos de 243.000 millones de euros, no se termina de ver que estos estén siendo usados efectivamente
Vuelvo a repetir, para que no se me mal interprete, que soy europeísta. Si hoy no tenemos una dictadura al estilo Venezuela y una inflación al estilo Argentina es gracias a que pertenecemos a la Unión Europea.
También gracias a ella la ley de amnistía, después del informe de la Comisión de Venecia –que no es vinculante, pero que ha dejado bien claro que no se puede aplicar tal como ha sido aprobada– y de que el Tribunal Supremo solicitará al Tribunal de Justicia de Luxemburgo que le aclare como debe de proceder. Este automáticamente parará la entrada en vigor de la dicha ley. Solo por eso ya nos merece la pena estar en la UE.
Pero eso no quita que estamos en unos momentos en que las elecciones al Parlamento y la elección del presidente de la Comisión Europea y del presidente del Consejo, van a ser claves para poder desmontar la barbarie de la Agenda 2030 y del Pacto Verde tal como está establecido.
Hay que redefinir de nuevo la estructura de gastos de la UE, porque con una estructura de gastos de 243.000 millones de euros, no se termina de ver que esa brutal cantidad de dinero esté siendo usada efectivamente y que sirva para que los países miembros vean un retorno equivalente o superior a lo que realmente aportan.
Estos últimos cinco años, de 2019 a 2024, vienen afectados por una pandemia, por una guerra en Ucrania, por una crisis energética y por una mala gestión de los próceres europeos, en especial por la señora Úrsula Von der Leyen, que desde que presentó en diciembre del 2019 su Pacto Verde, no ha hecho otra cosa que crear problemas estructurales en los dos de los tres grandes sectores económicos. En el primario con unas huelgas masivas de los agricultores europeos y en el secundario, especialmente en la industria, que al tener que aplicar la reglas de producción del Pacto Verde ha perdido una enorme competitividad y ha visto caer, sus ventas y sus márgenes.
Pero es que además no está nada claro para que estén sirviendo los Fondos especiales que se crearon para la recuperación económica de los países miembros, los llamados fondos Next Generation, cuando el PIB de la UE está parado y estamos muy poco por encima del de 2019, pero hemos perdido terreno de forma significativa con los Estados Unidos y con China.
Hoy lo que les voy a mostrar es cuanto nos ha costado la «burocracia europea» y qué ha pasado desde el año 2000 hasta el 2022, que son los datos que acaba de publicar la Comisión Europea.
La Unión Europea tiene como máximos exponentes a la Comisión y sus 27 comisarios y toda la organización que haya alrededor de ellos, al Consejo Europea, al Parlamento Europeo, que procederemos a elegir el 9 de junio, y todos los empleados que hay, además del Tribunal de Justicia de Luxemburgo, el Tribunal de Cuentas y otros órganos necesarios para el desarrollo de las actividades la Unión Europea.
Veamos en números como han evolucionado los costes de esta organización desde el año 2000.
En el año 2000, cuando la Unión Europea la conformaban 15 países, costó 4.751 millones de euros, en el año 2004 se produce la incorporación de 10 países de golpe con los pequeños Malta y Chipre y 8 de los 10 países de la antigua órbita soviética, que lleva a la Unión a pasar a ser 25 miembros.
En 2007 se incorporan Rumanía y Bulgaria, que eran los últimos de ese entorno, y en 2013 completamos las incorporaciones con Croacia, para en 2020 con la salida del Reino Unido quedarnos en los 27 países que estamos en la UE.
Desde 2000, los gastos han ido creciendo hasta llega en 2022 a 11.583 millones con una sola bajada en 2019, donde se ajustó el gasto por la salida de Reino Unido.
En el 2022, los 11.583 millones de euros, se han distribuido en dos grandes capítulos, que son el Plan de Pensiones para los empleados públicos y el pago de la Educación de los hijos de los empleados, que suma la nada despreciable suma de 2.674 millones, y los Gastos Administrativos de las instituciones, cuyo gasto fue de 8.909 millones, que a su vez se divide en la Comisión Europea que se come 4.108 millones y el resto de las instituciones que se lleva 4.801 millones.
Von der Leyen, para el desarrollo de todos sus objetivos, recibe la impresionante cifra de 4.108 millones y habría que exigirle al que ocupe dicha posición que con esa cifra debería de poder hacer muchas más cosas de las que actualmente ha hecho la última Comisión Europea.