¿Qué es una OPA hostil y cómo funciona? Claves para entender la propuesta de BBVA

Una oferta pública de adquisición, comúnmente conocida por sus siglas OPA, ocurre cuando una persona, empresa o varias ofrecen comprar otra compañía cotizada mediante el intercambio de títulos, el pago en efectivo o una combinación de ambos. De hecho, si eres accionista de la empresa objetivo, dependiendo del tipo de oferta, puedes vender tus acciones al precio ofrecido sin perder tu inversión.

En este sentido, esto es lo que ha sucedido con la propuesta de fusión de BBVA, que el consejo del Banco Sabadell rechazó el lunes y calificó «no solicitada, indicativa y condicionada». A su vez, la clave de todo ello reside en el precio, siendo uno de los argumentos del banco de origen vallesano, que considera que la oferta de BBVA infravaloraba la entidad.

Otra de las vías para poder llegar a un acuerdo es la OPA amistosa, que es lo que intentó sin éxito el BBVA. Al no funcionar este canal, que algunos consideran como intentar entrar por la puerta, se prueba directamente por la venta, es decir, el interesado en comprar se salta al consejo de administración o la dirección de la empresa y lanza la oferta pública a los accionistas —se conoce como OPA hostil—.

Concretamente, según establece la legislación española, ya sea a través de una compra directa en el mercado o mediante otra vía, se requiere lanzar una OPA siempre que se desee adquirir más del 30% del capital de la empresa objetivo.

¿Qué ocurriría si se completa?

En el caso de que las negociaciones llegasen a buen puerto, se crearía un nuevo gigante bancario que ocuparía el segundo lugar por activos en España. Además, debido a su valor en bolsa, también se convertiría en el tercer banco por capitalización en Europa. Como resultado de esta fusión, el banco resultante tendría aproximadamente un 22% de los depósitos y un 22% del crédito otorgado en España.

La OPA hostil en el mundo de la banca es inusual en nuestro país. Un ejemplo de ello, es la última gran operación que se produjo con la fusión por absorción de CaixaBank y Bankia —se hizo de manera acordada—. Aun así, hace casi 40 años, el Banco de Bilbao se lanzó a comprar el Banesto, que en aquel momento era el segundo banco español en tamaño —desató una guerra abierta entre los dos grupos bancarios—.

Finalmente, para comprender mejor por qué el anuncio del BBVA ha sido etiquetado como una OPA hostil, es importante tener en cuenta que este tipo de oferta se realiza sin el consentimiento previo de los órganos de gobierno de la empresa objetivo, en este caso, el Banco Sabadell. Por lo tanto, se considera hostil porque no hay un acuerdo previo entre las partes involucradas en la transacción.