Fundado en 1910
La nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum.

La nueva presidenta de México, Claudia SheinbaumAFP

El secreto tras el despegue económico de México y el as en la manga de su nueva presidenta

Washington quiere fiscalizar el origen real de las exportaciones de cara a la próxima revisión del T-MEC de 2026

Con un 3,2 %, México es el quinto país del G20 con mayor crecimiento del PIB y la mayor economía de Hispanoamérica. Todavía son varios los frentes a los que se tendrá que enfrentar Claudia Sheinbaum, como el gasto público o la corrupción, pero cuenta con un as en la manga gracias a su posición privilegiada en un contexto de guerra comercial entre Estados Unidos y China. Al menos, de momento, ya que Washington quiere fiscalizar el origen de las importaciones.

En 2018, Donald Trump impuso aranceles por valor de 50.000 millones de dólares a productos chinos bajo la excusa de prácticas desleales en un intento de reducir el déficit comercial y promover las manufacturas nacionales. Esta decisión desató una guerra comercial con Pekín que se agravó durante la pandemia y que se ha alargado durante el Gobierno de Joe Biden, que también mantuvo e incluso aumentó las cargas tributarias. Trump, por cierto, aseguró hace solo unas semanas que aumentará un 60 % los aranceles en caso de volver a la Casa Blanca.

Los expertos internacionales, no obstante, señalan que estos castigos arancelarios son en realidad un guiño al votante estadounidense ya que China lleva años sorteando las restricciones. Y es aquí donde México entra en escena.

El país latinoamericano se convirtió el pasado año en el principal socio comercial de Estados Unidos, por delante de China, gracias a un aumento de las exportaciones mexicanas entre 2022 y 2023 por valor de 475.000 millones de dólares. Al mismo tiempo, el número de contenedores enviados a México desde China se ha disparado un 60 %, de acuerdo con la información publicada por Xeneta con datos de Container Tardes Statistics.

Según explica Peter Sand, analista jefe de esta plataforma con sede en Oslo, «dado que una parte considerable de estos productos probablemente se transporte en camiones a Estados Unidos, es posible que el aumento de comercio entre China y México se esté utilizando para eludir los aranceles impuestos a las importaciones chinas como parte de la guerra comercial en curso».

Otra teoría es que Pekín está aumentando sus inversiones en el sector manufacturero mexicano –el llamado nearshoring–, aprovechando los beneficios del T-MEC, lo que justificaría un aumento de las importaciones chinas en México y una mayor evolución de la cadena de suministro.

El comercio en las ciudades fronterizas han visto incrementar su volumen de carga en un 240 %

Según datos de Sobel, el puerto de Los Ángeles ha visto aumentar sus importaciones en un 40 %, mientras que el de Long Beach lo ha he hecho en un 11 %. Respecto al comercio terrestre, ciudades fronterizas como Laredo o Tucson han incrementado sus volúmenes de carga en un 140 % y 237 % respectivamente en solo cinco años.

«Curiosamente, la tendencia en las reservas de importación de China a México ha seguido la tendencia en los volúmenes de importación de Los Ángeles en el último año. Esto sugiere que la frontera sur se está convirtiendo en un punto de entrada clave para los productos chinos a Estados Unidos», señalan desde el transitario.

Ya sea por el nearshoring o para eludir los aranceles estadounidenses, lo cierto es que México se ha convertido en un actor crucial para el comercio mundial. El problema es que esto no se ha traducido en un aumento de inversión, al menos de manera oficial.

Según los datos del Gobierno mexicano, China no está siquiera en el top diez de Inversión Extranjera Directa y los analistas sospechan que estos subregistros buscan evitar las suspicacias de Estados Unidos, que ya ha propuesto la creación de un mecanismo de evaluación que revise las compras de sus empresas. Seguramente este sea uno de los asuntos centrales en la próxima revisión del T-MEC que se celebra en 2026.

comentarios
tracking