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Una pareja de ancianos camina por la calle con un carro de compra.EP

Fedea avisa del elevado «agujero» del sistema de pensiones y de que la reforma apenas reducirá el déficit

Cifra el déficit del sistema de pensiones en 2021 en 2.490 millones de euros y dispara la deuda pública «real» a más de 3 veces el PIB

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) advierte en un trabajo publicado este lunes del elevado «agujero» del sistema de pensiones y de la poca probabilidad de que la última reforma de pensiones reduzca el déficit contributivo observado en los últimos años.

El estudio, elaborado por un grupo de autores de las universidades de Valencia, Alcalá de Henares y Barcelona, en el que se aborda el balance actuarial del sistema de pensiones, concluye que éste presenta una situación de solvencia «muy deteriorada», con un patrimonio neto negativo «muy elevado», cuya carga se está trasladando a las generaciones futuras.

«Pese a las optimistas previsiones del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, es poco probable que la reforma del sistema de pensiones llevada a cabo en el periodo 2020-2023 reduzca el creciente déficit contributivo observado en los últimos años», subraya Fedea, que urge a la clase política «a tomarse en serio el agujero del sistema de pensiones y a tomar medidas correctivas».

Fedea expone en este informe que hay diversos indicadores para medir la salud financiera de los sistemas públicos de pensiones, siendo los más tradicionales los indicadores fiscales, aquellos que miden la relación entre los ingresos y gastos de cada año, es decir, el déficit/superávit del sistema.

Sin embargo, avisa de que este forma de medir la salud financiera de los sistemas de pensiones no ofrecen una imagen completa y apunta que una herramienta complementaria para valorar la solvencia estos sistemas, cada vez más utilizada, es el llamado balance actuarial.

Este es un estado financiero que refleja el pasivo de un sistema de pensiones, esto es, los derechos adquiridos por los cotizantes y pensionistas en una fecha determinada, junto con los activos financieros y, en particular, por cotizaciones que respaldan a dichos pasivos.

Fedea recuerda que desde 2017, la UE exige que todos los Estados miembros publiquen un cuadro complementario para recoger el valor devengado de sus pasivos por pensiones hasta una fecha de referencia utilizando un método actuarial estándar y algunas hipótesis comunes.

Partiendo de la última versión disponible de este cuadro para España, el de 2021, publicada recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE), este trabajo de Fedea ofrece una valoración de la solvencia del sistema público de pensiones español.

El «agujero» del sistema alcanzaba la cifra de 2,04 veces el PIB de 2021

De acuerdo con estos cálculos, los pasivos por pensiones del sistema público de pensiones en España al finalizar 2021, sin incluir el régimen de clases pasivas, fueron de 5,46 veces el PIB, frente a las 3,32 veces de 2014.

Fedea estima que el valor razonable de los activos financieros y por cotizaciones atribuibles al sistema era de 3,42 veces el PIB de 2021, por lo que el patrimonio neto negativo o «agujero» del sistema alcanzaba la cifra de 2,04 veces el PIB de 2021, es decir unos 2,49 billones de euros (2.490 millones de euros)

El trabajo recuerda que la normativa que se aplica en Estados Unidos y Europa (IAS 19) a las empresas promotoras de planes de pensiones de prestación definida establece que el patrimonio neto negativo de los fondos de pensiones debe incorporarse en los estados financieros de las empresas promotoras.

En este sentido, Fedea señala que si, por analogía, el «agujero» del sistema público de pensiones adeudado a los cotizantes actuales y a los pensionistas se trata de forma similar, al ser las deudas netas por pensiones una forma de deuda pública que se corresponden con derechos adquiridos muy difíciles de negociar, la deuda pública «real» de España sería de 3,21 veces el PIB, en lugar de la cifra oficial de 1,17 veces.

«La salud financiera del sistema de pensiones español es débil y se está debilitando debido a políticas de pensiones incorrectas, la falta de crecimiento económico y las tendencias demográficas (...) Es imperativo que la gestión de las obligaciones en materia de pensiones pase de estar de un enfoque de 'ojos que no ven, corazón que no siente' a otro más transparente que refleje con exactitud el valor neto del sistema, es decir, un planteamiento de decir las cosas como son», apuntan los autores de este trabajo.

Así, el estudio concluye que el sistema de pensiones en España necesita una reforma urgente para garantizar la equidad intergeneracional y modificar el enfoque de la política de Seguridad Social en España.

«Se puede afirmar que la reforma llevada a cabo en el periodo 2020-2023 está mal planteada porque se basa en la ficción de que el sistema de pensiones está en una especie de equilibrio cuando el sistema tiene una situación de solvencia muy vulnerable y con una deuda muy elevada. Los responsables políticos españoles no están abordando la necesidad de una reforma a tiempo (...) La historia española muestra una tendencia a no hacer nada hasta que surge una crisis, sobre todo cuando se trata de abordar la reforma de la Seguridad Social», afirman los autores.