Sánchez perjudica cada día más a la capital de España
La inversión extranjera en Madrid cae en porcentaje sobre el total español, y eso tiene que ver con la actitud del presidente del Gobierno
El presidente del Gobierno tiene una fijación mental con la capital de España. Sobre todo desde que está Isabel Díaz Ayuso al frente de la Comunidad de Madrid. Sólo tiene un objetivo: hacer daño a Madrid, porque la segunda derivada es que cree que, si perjudica a Madrid, está perjudicando a Ayuso.
Creo que cada día es más consciente de que, no solo no lo está consiguiendo, sino todo lo contrario. Cada día la hace más fuerte, y simplemente hay que mirar la mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid, y que Madrid se ha convertido, desde la pandemia hasta aquí, en el lugar de mayor fracaso del Partido Socialista.
A pesar de ello, no puede evitarlo, y consigue que hasta el fiscal general del Estado obligue a fiscales a sus órdenes a filtrar noticias que deben quedarse bajo el secreto de la profesión, y va a conseguir que D. Alvarone se siente a ser juzgado por el Tribunal Supremo, algo que no ha sucedido anteriormente en nuestro país, al menos desde que la Constitución del 78 está en vigor.
Pero eso no quita que sus actuaciones públicas están redundando en un desprestigio de nuestro país a nivel internacional. Por añadidura, también perjudican a la comunidad madrileña.
Las decisiones de Teresa Ribera de no pagar las indemnizaciones por los juicios perdidos a nivel internacional, y que colocan a España en una situación peor que la de Venezuela y Rusia y con muchos de esas sentencias empezando ya a producir embargos de bienes y cuentas corrientes del Estado español, están produciendo una inseguridad jurídica que hace que los inversores internacionales se retraigan de invertir en España.
Si a eso le añadimos que Pedro Sánchez hoy no es recibido ya por nadie, salvo por los líderes de Puebla donde Rodríguez Zapatero es adorado, y que en la Unión Europea le tienen por un apestado, que huele a cadáver, salpicado por sus nefastas decisiones sobre Israel y Palestina y por los casos de corrupción de Begoña, David y el que fue su mano derecha en el partido, Ábalos, más las posibles implicaciones de la presidente del Congreso de los Diputados y un ministro, más varios exministros, todo ello produce que los inversores internacionales se retraigan de invertir en nuestro país y de invertir en la capital de España.
Para poder entenderlo mejor, he preparado este cuadro con los datos de la Inversión Extranjera, obtenidos del Ministerio de Economía, del total de las inversiones en España y en Madrid en el primer trimestre de 2018, en el 2023 y en el 2024.
Así tenemos que, en el primer trimestre de 2018, la inversión extranjera fue de 12.293 millones. En Madrid colocaron el 85 %, que supuso una cifra de 8.756 millones.
Madrid es la región que más favorece, cuida y ayuda a la inversión extranjera. La mima, como a la mayoría de los empresarios, pero lo que no cabe duda es que la presidencia del Gobierno está en Madrid, y si Sánchez consigue «acongojar» a un presidente de unos de los bancos más importantes, qué no podrá hacer con cualquier otro que quiera invertir en Madrid.
Así tenemos que el primer trimestre de 2023, prácticamente con la misma cifra de inversión en España, 10.585 millones, a Madrid sólo le llega el 69 %, y en el 2024, que tiene una caída del 30,7 % sobre 2023, y del 28,7 % sobre el 2018, la Comunidad de Madrid solo recibe el 66 % del total, lo que implica que la inversión extranjera en Madrid cae un 44,9 % sobre 2018 y un 33,9 % sobre el 2023.
Esta es la prueba de la nefasta y terrible actitud de Pedro Sánchez ante la capital del Reino de España, dos palabras que no soporta, capital y Reino.
Por lo tanto, todos los viajes que hace Ayuso para promocionar Madrid, como el reciente a Alemania, donde se reunió, entre otros, con Christine Lagarde, son fundamentales y claves para promocionar la imagen de Madrid.
De esta batalla entre Sánchez y Ayuso solo sobrevivirá uno. Eso está más claro que el agua y, por el bien de España y el de Madrid, esperemos que sea Ayuso.